Miércoles, 14 de agosto, 2019

“El hecho de que ni un solo miembro de las fuerzas de seguridad ni quienes tenían la responsabilidad de mando sobre estas hayan rendido cuentas de los homicidios ha promovido un clima de impunidad generalizada y ha alentado a las fuerzas de seguridad a que lleven a cabo desapariciones forzadas masivas y sometan habitualmente a las personas detenidas a tortura y otros malos tratos sin temor a la justicia”, dijo Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África


Los sangrientos sucesos del 14 de agosto de 2013, cuando las fuerzas de seguridad egipcias mataron al menos a 900 personas durante la dispersión violenta de las multitudinarias acampadas contra el gobierno de las plazas de Rabaa al Adawiya y Al Nahda arrojan una sombra sobre la sociedad egipcia que perdura en la actualidad, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

Más de 650 personas que participaban en las acampadas fueron condenadas a penas de hasta 25 años de prisión y otras 75, a muerte después de un juicio colectivo manifiestamente injusto. Muchas de las que salieron en libertad después de cinco años y medio de reclusión siguen sometidas a duras medidas de libertad vigilada que las privan de libertad 12 horas al día, lo que tiene graves repercusiones en su vida y restringe sus derechos. Otras, condenadas in absentia, siguen en el exilio hasta hoy.

“Seis años después, la sociedad egipcia sigue viviendo a la sombra de los terribles sucesos de la matanza de Rabaa que marcaron el comienzo de un pronunciado declive de la situación de los derechos humanos en Egipto".

“El hecho de que ni un solo miembro de las fuerzas de seguridad ni quienes tenían la responsabilidad de mando sobre estas hayan rendido cuentas de los homicidios ha promovido un clima de impunidad generalizada y ha alentado a las fuerzas de seguridad a que lleven a cabo desapariciones forzadas masivas y sometan habitualmente a las personas detenidas a tortura y otros malos tratos sin temor a la justicia”, dijo Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“A día de hoy sigue habiendo decenas de personas condenadas a muerte y veintenas entre rejas solo por participar en la acampada. Otras condenadas in absentiaviven en el exilio sin poder regresar a casa. Incluso quienes fueron detenidas y puestas en libertad después siguen sometidas a estrictas medidas de libertad vigilada que afectan negativamente a su vida cotidiana”.

Según las estadísticas oficiales, ese día murieron también ocho agentes de seguridad. Para conmemorar el aniversario de la matanza de Rabaa, Amnistía Internacional ha publicado una lista de cinco formas en las que el legado de este día sigue afectando hoy en gran medida a la sociedad egipcia.