Jueves, 05 de septiembre, 2019

“La multa récord anunciada hoy pone de manifiesto el núcleo podrido del modelo empresarial de Google, que se basa en recopilar y monetizar datos personales, despreciando flagrantemente la privacidad. Un importante problema es que las prácticas publicitarias online son complejas y opacas, por lo que la gente no puede dar un consentimiento válido respecto al uso de sus datos personales”, declaró Joe Westby, investigador sobre empresas tecnológicas y Amnistía Internacional en Amnesty Tech


En respuesta a la noticia de que Google ha accedido a pagar una cifra récord de 170 millones de dólares para resolver una denuncia presentada por los reguladores estadounidenses, que acusan a la empresa tecnológica de recopilar ilegalmente datos personales de niños y niñas en su plataforma de YouTube, Joe Westby, investigador sobre empresas tecnológicas y Amnistía Internacional en Amnesty Tech, ha declarado:

“La multa récord anunciada hoy pone de manifiesto el núcleo podrido del modelo empresarial de Google, que se basa en recopilar y monetizar datos personales, despreciando flagrantemente la privacidad. Un importante problema es que las prácticas publicitarias online son complejas y opacas, por lo que la gente no puede dar un consentimiento válido respecto al uso de sus datos personales”. 

“Las empresas tecnológicas están obteniendo beneficio de abusar contra el derecho de las personas a la privacidad. Ya lo vimos en Facebook y ahora lo vemos en Google, con ambas empresas implicadas en revelaciones sobre tácticas para dirigirse a niños y niñas y con informes de sitios web ocultos y opacos en los que recopilar datos. Se trata de un problema sistémico respecto a la vigilancia realizada por las empresas tecnológicas, y es un problema cuyas consecuencias han eludido durante demasiado tiempo las empresas".

“La multa anunciada hoy, aunque es un paso positivo, no es más que una gota en el océano para una empresa que en 2018 obtuvo unos ingresos de 136.000 millones de dólares. El gobierno debe realizar esfuerzos más firmes para abordar los riesgos subyacentes que para los derechos humanos supone la vigilancia empresarial a gran escala".

Información complementaria

El miércoles, los reguladores estadounidenses llegaron a un acuerdo con Google para que pague 170 millones de dólares y ordenaron cambios en la privacidad de YouTube, después de que se descubriera que el gigante tecnológico ha recopilado información personal de niños y niñas sin el consentimiento de sus progenitores.

En respuesta al acuerdo con la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), la directora ejecutiva de YouTube declaró que la empresa limitará a partir de ahora la recopilación y el uso de datos para los contenidos infantiles en la plataforma, y dejará de utilizar publicidad personalizada en esos contenidos.

La multa se ha anunciado el mismo día en que se ha acusado a la empresa de utilizar sitios web secretos y ocultos para recopilar información personal, según un reportaje publicado en el Financial Times.

En respuesta a dicho reportaje, un portavoz de Google ha declarado: “No utilizamos anuncios personalizados ni mandamos solicitudes de licitación a licitadores sin el consentimiento del usuario”. El portavoz ha declarado también que Google está cooperando con investigaciones en Irlanda y Reino Unido sobre sus negocios publicitarios.

Los Estados tienen la obligación de proteger los derechos humanos en el marco de las actividades de las empresas, por medios que incluyen la regulación y la supervisión. Todas las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos en todas sus operaciones. Esto significa que deben evitar causar abusos contra los derechos humanos o contribuir a ellos y deben tomar medidas para identificar y abordar los riesgos para los derechos humanos en sus operaciones.