Viernes, 13 de septiembre, 2019

El consumo de carbón de China ha aumentado por dos años consecutivos. Esta decisión complicara los intentos globales de reducir las emisiones y afectará a los derechos humanos de personas de todo el mundo, que pagarán el precio de la temeridad china", declaró William Nee, asesor de estrategia sobre empresas y derechos humanos de Amnistía Internacional


Según los medios de comunicación, se espera que el banco central de China anuncie que permitirá oficialmente la financiación con bonos verdes de proyectos de carbón que utilizan tecnologías mejoradas para reducir la contaminación del aire, pero que no dan cuenta de las emisiones de carbono. En respuesta a la noticia, William Nee, asesor de estrategia sobre empresas y derechos humanos de Amnistía Internacional, ha manifestado:

“El carbón limpio no existe; China está malgastando el dinero en una fantasía. Esta desastrosa medida animará a los inversores a seguir financiando los letales combustibles fósiles que hacen que el aire se esté volviendo irrespirable en China. Alrededor de un millón de personas mueren cada día en China por la contaminación del aire, y esta iniciativa menoscabará todo avance que haga el gobierno en la solución del problema. La contaminación y las emisiones de carbono son parte del mismo problema; ningún gobierno que quiera realmente mejorar la calidad del aire debe dedicar más fondos al carbón.

“El consumo de carbón de China ha aumentado por dos años consecutivos. Esta decisión complicara los intentos globales de reducir las emisiones y afectará a los derechos humanos de personas de todo el mundo, que pagarán el precio de la temeridad china.

“Instamos a las autoridades chinas a que no tomen esta medida y garanticen que sólo se destinarán bonos verdes a proyectos que protejan verdaderamente el medio ambiente. Asignar fondos verdes al carbón supondría un nuevo y devastador retroceso en la lucha global contra la crisis climática.”

Información complementaria

Ningún tipo de proyecto de carbón cumple en la actualidad, en ningún lugar del mundo, las condiciones necesarias para ser financiado con la emisión de bonos verdes. Esta medida de China haría incompatible sus normas de financiación ambiental con la protección de los derechos reconocidos por el derecho internacional y con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.