Lunes, 30 de marzo, 2020

La decisión de suspender indefinidamente las salvaguardias que ofrecen las leyes de protección ambiental matará o pondrá en peligro la salud de gran número de personas


En respuesta al anuncio efectuado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) de que suspendería indefinidamente la aplicación de las leyes ambientales debido a la pandemia de COVID-19, Richard Pearshouse, director de Crisis y Medioambiente de Amnistía Internacional, ha manifestado:

“La administración Trump está abusando cínicamente de esta crisis para conseguir su objetivo, anterior a la pandemia de COVID-19, de desmantelar las normativas ambientales de Estados Unidos.

“No se exagera el riesgo: La decisión de suspender indefinidamente las salvaguardias que ofrecen las leyes de protección ambiental matará o pondrá en peligro la salud de gran número de personas. Este impacto lo sentirá toda la población estadounidense, pero especialmente la que ya sufre marginación y discriminación, incluidas las personas que viven en zonas rodeadas por instalaciones industriales muy contaminantes.

“La labor de aplicación de las leyes ambientales que lleva a cabo la EPA salva cada año a cientos de miles de personas de morir prematuramente, y a millones más de sufrir enfermedades evitables. Esta decisión debe revocarse de inmediato.

“Podría tener un efecto dominó mundial demoledor sobre los derechos humanos si otras autoridades estatales siguen el ejemplo y renuncian a cumplir con su responsabilidad de proteger a sus poblaciones de contaminantes existentes en el aire, el agua y la tierra.”