Jueves, 10 de septiembre, 2020

“El desprecio de China por los derechos humanos ya no afecta únicamente a su ciudadanía: su apoyo a dictaduras y sus esfuerzos por reinterpretar las normas internacionales están haciendo que la labor de defender los derechos humanos resulte más difícil que nunca”, ha dicho Sarah Brooks, enlace en Bruselas del Servicio Internacional para los Derechos Humanos


Las Naciones Unidas deben crear urgentemente un mecanismo internacional independiente para abordar las violaciones de derechos humanos del gobierno chino, ha declarado hoy en una carta abierta una coalición mundial de 321 grupos de la sociedad civil, incluida Amnistía Internacional. En la coalición hay grupos de más de 60 países de todo el mundo, desde Azerbaiyán a Zambia, desde Marruecos a Malasia, desde Vietnam a Venezuela.

Los grupos firmantes subrayaron la necesidad de abordar las violaciones masivas de derechos humanos perpetradas en toda China, incluidos Hong Kong, Tíbet y Sinkiang. También pusieron de relieve el impacto mundial de las violaciones de derechos humanos que comete China: su actuación contra defensores y defensoras de los derechos humanos en el extranjero, la censura y la vigilancia llevada a cabo por este país en todo el mundo y su promoción del desarrollo que no respeta los derechos, con la consiguiente degradación del medioambiente.

“Esta coalición mundial de organizaciones, además de 50 expertos y expertas de la ONU y decenas de gobiernos, exigen que acabe la impunidad de China en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, ha declarado John Fisher, director en Ginebra de Human Rights Watch. “Es preciso que la ONU actúe en respuesta a las voces, cada vez más numerosas, que piden que China rinda cuentas por sus abusos en materia de derechos humanos.”

La petición de estos grupos se hace eco de una declaración sin precedentes realizada por más de 50 expertos y expertas de la ONU que en junio de 2020 expusieron con detalle las graves violaciones de los derechos humanos perpetradas por las autoridades chinas y pidieron que se tomaran “medidas decisivas para proteger las libertades fundamentales en China”.

“El desprecio de China por los derechos humanos ya no afecta únicamente a su ciudadanía: su apoyo a dictaduras y sus esfuerzos por reinterpretar las normas internacionales están haciendo que la labor de defender los derechos humanos resulte más difícil que nunca”, ha dicho Sarah Brooks, enlace en Bruselas del Servicio Internacional para los Derechos Humanos. “Esta declaración conjunta une por primera vez en una causa común a organizaciones de todo el mundo que luchan por sus propias comunidades”.

En su declaración, la coalición resalta los esfuerzos de China por distorsionar el mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU persiguiendo a activistas del país que utilizan los mecanismos de la ONU para buscar reparación y oponiéndose a iniciativas orientadas a asegurar el escrutinio de graves violaciones de los derechos humanos y crímenes de derecho internacional en países de todo el mundo. China suele rechazar todo intento de examinar de su historial de derechos humanos, calificándolo de ‘grave intromisión’ en su soberanía.

“China ha perseguido sistemáticamente a defensores y defensoras de los derechos humanos en represalia por su cooperación con las operaciones de defensa de los derechos humanos de la ONU, sometiéndolos a torturas, desapariciones forzadas y retirada de la licencia para ejercer en el caso de profesionales de la abogacía”, ha dicho Renee Xia, directora de Defensores Chinos de los Derechos Humanos. “El sistema de la ONU no debe seguir tolerando semejante trato.”

La coalición respalda la petición de los expertos y expertas de la ONU para que se celebre un período extraordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en el cual se evalúe toda la gama de abusos que comete el gobierno de China y se establezca un mecanismo imparcial e independiente de la ONU centrado en China. Los grupos exhortan asimismo al secretario general de la ONU y la alta comisionada para los derechos humanos a que cumplan con su responsabilidad de abordar públicamente las violaciones generalizadas de derechos humanos perpetradas por China.

“La comunidad internacional no puede limitarse a esperar y permitir que las autoridades chinas pisoteen los derechos humanos dentro y fuera de sus fronteras”, ha manifestado Joshua Rosenzweig, que dirige el equipo de China de Amnistía Internacional. “Si no se adoptan ya medidas decisivas, las cosas no harán más que empeorar. Es urgente que los Estados miembros de la ONU colaboren y se aseguren de que las violaciones cometidas por Pekín se monitorean oficialmente y se cuestionan de manera eficaz. Ningún Estado puede estar por encima de la ley.”