Lunes, 14 de septiembre, 2020

Amnistía ha documentado numerosas violaciones del derecho a un juicio justo en casos anteriores que implicaban a opositores políticos y personas que criticaban al gobierno


Mientras la Fiscalía Nacional de Ruanda examina el expediente de Paul Rusesabagina, opositor político más conocido internacionalmente como el director de un hotel de Kigali donde más de 1.200 personas buscaron refugio durante el genocidio, Amnistía Internacional pide a las autoridades ruandesas que garanticen su derecho a un juicio justo.

La Oficina de Investigación de Ruanda llevó a cabo indagaciones sobre Rusesabagina por denuncias que incluían terrorismo, incendio provocado y asesinato presuntamente cometidos en el distrito de Nyaruguru en junio de 2018 y en el distrito de Nyamagabe en diciembre de 2018. La Oficina entregó el expediente del caso a la Fiscalía el 9 de septiembre de 2020.

“La falta de transparencia en torno a la detención de Paul Rusesabagina y los informes de que se le ha negado el acceso al abogado contratado por su familia son señales de alarma que no se pueden ignorar mientras las autoridades se preparan para su juicio”, ha manifestado Deprose Muchena, director de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral.

“Las autoridades deben decir la verdad sobre las circunstancias de su detención, y qué sucedió exactamente entre el jueves 27 de agosto (cuando habló con su familia después de llegar a Dubai) y el lunes 31 de agosto (cuando se le exhibió ante los medios de comunicación en Kigali). Suponiendo que durante ese tiempo estuvo detenido y que las autoridades ruandesas ocultaron información sobre su paradero, el suyo es un caso de desaparición forzada.”

“Paul Rusesabagina debe comparecer sin demora ante un juez para que se supervise la legalidad de su detención y se impidan nuevas violaciones de sus derechos.”

Hasta el momento, las autoridades ruandesas se han negado a explicar las circunstancias del traslado de Rusesabagina a Ruanda. Los medios de comunicación han citado a una autoridad de Emiratos Árabes Unidos que decía que Rusesabagina había salido de Dubai legalmente en un avión privado, y negaba que su gobierno estuviera implicado de modo alguno en su detención.

El presidente Paul Kagame, mientras negaba que Paul Rusesabagina hubiera sido secuestrado, sugirió en la televisión nacional el domingo 6 de septiembre que Rusesabagina, ciudadano belga y residente en Estados Unidos, había sido engañado de alguna manera para que regresara al país, y dijo: “Llegó aquí basándose en lo que creía y en lo que quería hacer. Es como cuando haces una llamada telefónica para ponerte en contacto con alguien y te encuentras con que has marcado un número equivocado. Eso es lo que sucedió. No hubo secuestro. Fue una operación impecable”.

Abogado defensor

Según los informes, Paul Rusesabagina ha elegido un abogado defensor de una lista proporcionada por el Colegio de Abogados de Ruanda. Su familia también ha designado a un equipo legal que incluye a otro abogado ruandés —a quien se le ha negado el acceso a Rusesabagina— y cinco abogados más en otros países.

“Rusesabagina tiene derecho a contar con asistencia letrada de su elección. Debe permitírsele que se reúna en privado con el abogado designado por su familia para que pueda tomar una decisión informada sobre el equipo que le defiende”, ha manifestado Deprose Muchena.

Aunque Rusesabagina ha dicho a un periodista —que ha tenido acceso a él en una decisión poco habitual de la Oficina de Investigación de Ruanda, y antes de que Rusesabagina tuviera contacto con asistencia letrada, autoridades consulares o su familia— que lo han tratado bien y que le han permitido acceder a médicos y a su medicación, mientras esté bajo custodia no está en situación de hablar con libertad.

En 2017, el Subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura suspendió una visita a Ruanda porque le impedían mantener entrevistas privadas y confidenciales con algunas personas detenidas, y por el riesgo de represalias que corrían las personas con las que hablara.

A Paul Rusesabagina le permitieron telefonear a su familia el 8 de septiembre, pero sus familiares dijeron a Amnistía que no pudo hablar libremente.

Amnistía ha documentado numerosas violaciones del derecho a un juicio justo en casos anteriores que implicaban a opositores políticos y personas que criticaban al gobierno.

Información complementaria

Paul Rusesabagina, que se ganó el reconocimiento internacional tras el estreno de la película “Hotel Ruanda” en 2004, lleva muchos años participando en política de oposición en la diáspora y se ha mostrado muy crítico con el historial del gobierno del Frente Patriótico Ruandés.

En 2006 fundó el partido político PDR-Ihumure. En la actualidad es presidente del Movimiento Ruandés por el Cambio Democrático (MRCD), una coalición de grupos de oposición entre los que se encuentra PDR-Ihumure, y cuyo brazo armado, las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), se atribuyeron la responsabilidad de una serie de ataques armados en Ruanda en 2018. Rusesabagina ha manifestado públicamente su apoyo sin reservas al FLN.

Callixte Nsabimana, ex portavoz del FLN, fue detenido en 2019 y actualmente está siendo juzgado por cargos entre los que se encontraba la formación de un grupo ilegal de milicia, participación en actividades terroristas, homicidio, secuestro, y negación y cuestionamiento del genocidio.