Viernes, 13 de noviembre, 2020

“Las autoridades etíopes deben iniciar de inmediato una investigación exhaustiva, imparcial y efectiva sobre este flagrante ataque contra civiles y llevar a los responsable ante la justicia para que sean sometidos a juicios justos”, ha añadido Deprose Muchena


Amnistía Internacional puede confirmar hoy que, el 9 de noviembre por la noche, mataron a decenas o, probablemente, cientos de personas a machetazos o apuñalándolas en Mai-Kadra, localidad de la zona suroccidental de la región etíope de Tigré.

El proyecto Evidence Lab del Programa de Respuesta a las Crisis de la organización ha examinado y verificado digitalmente espantosas fotografías y vídeos de cadáveres esparcidos por toda la localidad o sacados de ella en camillas. Ha confirmado que son recientes y, por medio de imágenes satelitales, las ha geolocalizado en Mai-Kadra, en el estado occidental de Tigré (14.071008, 36.564681).

“Hemos confirmado la matanza de un número muy elevado de civiles, que parece que eran jornaleros sin relación alguna con la actual ofensiva militar. Es una horrible tragedia, cuya verdadera magnitud sólo se conocerá con el tiempo, pues las comunicaciones están interrumpidas en Tigré”, ha afirmado Deprose Muchena, director para África Oriental y Austral de Amnistía Internacional.

“El gobierno debe restablecer totalmente la comunicación con Tigré para dar muestras de rendición de cuentas y transparencia en relación con sus operaciones militares en la región, y garantizar también el acceso sin restricciones de las organizaciones humanitarias y de observadores de derechos humanos. Con independencia de ello, Amnistía Internacional continuará utilizando todos los medios disponibles para documentar y denunciar las violaciones de derechos humanos cometidas por todas las partes en el conflicto.”

La organización ha hablado también con testigos que, mientras se encargaban de llevar provisiones y otros suministros a las Fuerzas de Defensa de Etiopía (FDE), visitaron la localidad el 10 de noviembre por la mañana, inmediatamente después del mortal ataque, y vieron cadáveres esparcidos por todas partes y a muchas personas heridas.

Según los testigos y las imágenes verificadas, la mayoría de los cadáveres estaban en el centro de la localidad, cerca del Banco Comercial de Etiopía y a lo largo de la carretera que lleva a la vecina población de Humera.

Las personas que los vieron han dicho a Amnistía Internacional que presentaban heridas abiertas, causadas aparentemente por armas cortantes, como puñales y machetes, y estos testimonios han sido confirmados por un patólogo independiente que examinó las heridas por encargo de la organización. Los testigos han dicho que no había señales de heridas de bala.

Han explicado que, junto con soldados de las FDE, encontraron entre los cadáveres a algunas personas heridas y las llevaron a hospitales de las cercanas localidades de Abreha-Jira y Gondar, tras lo cual procedieron a retirar los cadáveres de las calles.

Las personas heridas me dijeron que las habían atacado con machetes, hachas y puñales Por las heridas, se ve también que las atacaron con objetos cortantes. Es horrible, y me entristece mucho haber visto algo así en mi vida”, ha contado, desolado, uno de los testigos.

“Empapados de sangre”

Amnistía Internacional no ha podido confirmar aún quiénes cometieron la matanza, pero ha hablado con testigos que afirman que fueron fuerzas leales al Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT), a las que parece que las FDE acababan de infligir una derrota.

Tres personas han contado a Amnistía Internacional que los supervivientes de la matanza les dijeron que habían sido atacados por miembros de la Fuerza Especial de Policía de Tigré y otras unidades del FPLT.

“El 9 de noviembre tuvo lugar durante el día una operación militar de las FDE y la Fuerza Especial de Amhara contra la Fuerza Especial de Policía y la milicia de Tigré en un lugar llamado Lugdi. Tras derrotar a las fuerza de Tigré, las FDE pasaron la noche a las afueras de la localidad de Mai-Kadra. Cuando entramos, vimos muchos cadáveres empapados de sangre en las calles y en dormitorios de alquiler frecuentados por trabajadores temporeros. La escena era espeluznante, y estoy tan conmocionado que me cuesta todavía asimilarlo”, ha explicado a Amnistía Internacional un civil que entró en la localidad después de que las FDE la recuperaran.

Este testimonio ha sido corroborado por otro civil, que cuenta: “Fuimos a Mai-Kadra inmediatamente después de que el ejército y la Fuerza Especial de Amhara tomaran el control de la ciudad, a alrededor de las 10 de la mañana del 10 de noviembre. El ejército entró […] después de tener rodeada la ciudad toda la noche. No hubo ningún cruce de disparos cuando tomó la ciudad. Pero, cuando entramos, lo que vimos fue espantoso. Había cadáveres esparcidos por todas las carreteras, especialmente en el centro de la ciudad y la carretera de Humera.”

“Las autoridades etíopes deben iniciar de inmediato una investigación exhaustiva, imparcial y efectiva sobre este flagrante ataque contra civiles y llevar a los responsable ante la justicia para que sean sometidos a juicios justos”, ha añadido Deprose Muchena.

“Los comandantes y oficiales del FPLT deben explicar claramente a sus fuerzas y partidarios que los ataques deliberados contra civiles están terminantemente prohibidos y constituyen crímenes de guerra. Todas las partes en el conflicto de Tigré deben garantizar el respeto pleno del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos en sus operaciones. La seguridad y protección de la población civil deben ser prioritarias.”

Aunque no se conoce todavía la cifra oficial de muertes de Mai-Kadra, la agencia de noticias del gobierno regional de Amhara, AMMA, ha informado de que hubo alrededor de 500 víctimas, en su mayoría personas que no eran de la localidad pero residían allí. Un hombre que está ayudando a retirar los cadáveres de las calles ha contado a Amnistía Internacional que ha visto las tarjetas oficiales de identidad de algunas de las víctimas y la mayoría son de Amhara.

Información complementaria

El 4 de noviembre de 2020, el primer ministro Abiy Ahmed ordenó a las Fuerzas de Defensa de Etiopía (FDE) que lanzaran una ofensiva militar contra la Policía Paramilitar Regional de Tigré y la milicia leal al Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT) en respuesta, según dijo, a los múltiples ataques de las fuerza de seguridad de Tigré contra la base del Mando Norte de las FDE y otros campamentos militares de la región de Tigré.

Desde el comienzo del conflicto, se han producido enfrentamientos armados entre las fuerzas federales (el Ejército Federal, la Fuerza Especial de Policía de la Región de Amhara y la milicia local de Amhara) y las fuerzas regionales de Tigré (la Fuerza Especial de Policía y la milicia de Tigré).

El Ministerio de Defensa y el primer ministro han anunciado que aviones de las Fuerzas Aéreas etíopes han efectuado numerosos ataques contra instalaciones militares de FPLT El primer ministro y el jefe del Estado Mayor del Ejército han asegurado que continuarán con los ataques aéreos contra objetivos específicos sin poner en peligro a la población civil y han aconsejado a los habitantes de la zona que se mantengan alejados de los arsenales y demás objetivos militares.

Según la Agencia de la ONU para las Personas Refugiadas (ACNUR), a fecha de 11 de noviembre, habían huido del estado occidental de Tigré al vecino Sudán 7.000 personas refugiadas.

Matanza de Mai-Kadra

Geolocalización de las imágenes de las decenas de cadáveres realizada por Amnistía Internacional (utilícese la barra de control o el ratón para ampliar).