Viernes, 29 de septiembre, 2023

Ante las recomendaciones sobre la mejora de los derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual formuladas por especialistas de la ONU esta semana, Carrie Eisert, asesora de política de Amnistía Internacional, ha declarado:

“La recomendación del grupo de trabajo de la ONU de que hay que proteger mejor los derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual en el derecho internacional de los derechos humanos es un paso importante para abordar la discriminación generalizada que sufren estas personas en todo el mundo.”

“El grupo de trabajo ha declarado que la despenalización total del trabajo sexual voluntario por personas adultas es la medida más prometedora para abordar la discriminación y la violencia sistémicas que sufren con frecuencia quienes ejercen este trabajo, así como la impunidad por violaciones de sus derechos.”

Ha declarado que la despenalización total del trabajo sexual voluntario por personas adultas es la medida más prometedora para abordar la discriminación y la violencia sistémicas que sufren con frecuencia quienes ejercen este trabajo. 

Carrie Eisert, asesora de política de Amnistía Internacional

“Dice que las personas que ejercen el trabajo sexual deben participar en la creación de los marcos jurídicos y políticos que les afectan, pues a menudo se las excluye de este proceso, se ignoran sus opiniones o son objeto de otros tipos de marginación.”

“Las normas de derechos humanos relativas a los derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual son actualmente limitadas y si se promueven y cómo se promueven suelen ser cuestiones controvertidas. Estas recomendaciones ofrecen una vía de avance que podría permitir que todas las personas que defienden los derechos humanos se unan y creen una posición común.”

Información complementaria

El documento de posición del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Cuestión de la Discriminación contra la Mujer fue elaborado tras consultas con personas que ejercen el trabajo sexual de diferentes regiones del mundo y se presentará formalmente el 11 de octubre. Hace referencia a una investigación realizada por Amnistía Internacional en Noruega, a los Principios del 8 de marzo para abordar el impacto en los derechos humanos de la criminalización injustificada de personas y comunidades, y a nuestro trabajo de incidencia como parte de la Alianza Feminista Inclusiva de Personas que Ejercen el Trabajo Sexual (SWIFA)