Miércoles, 22 de noviembre, 2023

Ante la noticia de que Aleksandra Skochilenko ha sido declarada culpable de “difundir a sabiendas información falsa sobre las fuerzas armadas rusas” y condenada a siete años de cárcel por sustituir etiquetas de precios con mensajes antibelicistas en un supermercado de San Petersburgo, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:

“Esta sentencia manifiestamente injusta concluye una causa en la que los únicos delitos cometidos son aquéllos que no han sido castigados. Uno es contra la propia Aleksandra Skochilenko que, tras haber sido privada arbitrariamente de su libertad y permanecer recluida en condiciones espantosas 19 meses, se enfrenta ahora a la perspectiva de pasar siete años en una colonia penitenciaria. El otro es la agresión rusa contra la población de Ucrania, que Aleksandra simplemente trataba de denunciar. Su persecución se ha convertido en sinónimo de la opresión, absurda y cruel, que afrontan las personas rusas que se oponen abiertamente a la guerra criminal de su país. Es imprescindible que se ponga en libertad inmediata e incondicional a Aleksandra Skochilenko y a todas las personas activistas encarceladas sólo por actividades de disidencia pacífica contra la guerra.”

Esta sentencia manifiestamente injusta concluye una causa en la que los únicos delitos cometidos son aquellos que no han sido castigados.

Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central

Información complementaria

La artista y música Aleksandra Skochilenko fue enjuiciada en aplicación del represivo artículo 207.3 del Código Penal ruso, por sustituir etiquetas de precios por mensajes antibelicistas sobre los crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Mariúpol (Ucrania). Es presa de conciencia.

Está sometida a detención preventiva desde el 11 de abril de 2022, fecha desde la cual su salud se ha deteriorado seriamente. Pese a que padece celiaquía, no tuvo acceso a alimentación adecuada prescrita por motivos de salud y se le negaron sistemáticamente las visitas a profesionales de la medicina durante al menos dos semanas después de su arresto. Durante el juicio, el magistrado presidente no le permitió hacer descansos para comer e ir al baño.

Aleksandra Skochilenko es la segunda activista antibelicista enjuiciada penalmente y detenida por sustituir etiquetas de precios después de Vladimir Zavyalov, de Smolensk (Rusia central), que, en octubre de 2022, tras pasar seis meses bajo arresto domiciliario, logró huir de Rusia la víspera de que se dictara sentencia; la fiscalía había pedido al tribunal una pena de seis años de prisión.

Desde la aprobación del artículo 207.3, más de 750 personas se han enfrentado a cargos penales en Rusia, y la cifra aumenta. Son más de 8.000 las personas castigadas severamente por la “infracción” administrativa de “desacreditar a las fuerzas armadas”.