Lunes, 04 de diciembre, 2023

En respuesta a la noticia de que la Fiscalía General de Malta ha acusado formalmente a tres jóvenes de África occidental conocidos como “Los tres de El Hiblu” por intentar presuntamente detener su devolución ilegal a Libia por parte de la tripulación de un barco que los rescató en el mar en 2019, Elisa De Pieri, investigadora regional de Amnistía Internacional, ha declarado:

“La Fiscalía General ha tardado más de cuatro años y medio en tomar la peor decisión posible”.

“Es una parodia de la justicia que estos jóvenes, que actuaron como mediadores entre la tripulación y un grupo de solicitantes de asilo en estado de pánico, se enfrenten ahora a juicio y a una posible cadena perpetua.”

“La acusación no reconoce que estos jóvenes formaban parte de un grupo de más de 100 solicitantes de asilo que se enfrentaban a una devolución sumaria ilegal a Libia que habría puesto en peligro su vida. Sin embargo, ahora son ellos los que pueden necesitar defenderse contra unos cargos que van desde ‘actos de terrorismo’ hasta ‘violencia’.”

“La investigación que ha conducido a la acusación formal ha estado enturbiada por graves irregularidades de procedimiento, incluida la detención en centros de adultos de unos muchachos que entonces eran menores, su procesamiento en tribunales para adultos y el hecho de que no se citara a declarar a testigos clave.”

“La causa contra Los tres de El Hiblu nunca debería haberse iniciado, pero aún hay tiempo para que las autoridades de Malta retiren los cargos y ahorren a estos jóvenes una nueva injusticia.”

Información complementaria

En marzo de 2019, tres muchachos de África occidental, de Costa de Marfil y Guinea (de 15, 16 y 19 años) subieron a bordo de una lancha neumática abarrotada para huir de Libia junto con otras 108 personas. Cuando su lancha empezó a desinflarse, todas estas personas fueron rescatadas por un barco mercante, El Hiblu. El capitán del barco intentó entonces devolverlas a Libia, una decisión que contraviene el derecho internacional, ya que los capitanes tienen el deber legal de llevar a las personas a las que rescatan en el mar a un destino seguro.

Cuando el barco llegó finalmente a Malta el 28 de marzo de 2019, las autoridades maltesas detuvieron a los tres jóvenes, alegando que habían presionado a la tripulación para que cambiara su rumbo. Según los numerosos testimonios de las personas solicitantes de asilo que estaban con ellos en el barco, los tres habían intentado tranquilizar a la gente que estaba en estado de pánico y habían actuado como traductores entre la tripulación y las personas rescatadas.

Para más información, pueden consultar el resumen del caso aquí