Miércoles, 25 de marzo, 2020
Hernandez, Jhosgreisy

Ray pasó de un camino que describe como lleno de “aprendizaje, sufrimiento y descubriendo” a lo que él señala como una vida sueños, optimismo, trabajo y creatividad


Ray Martínez de 35 años de edad ha tenido una vida llena de cambios que lo ha llevado a lugares inimaginables. Todo comenzó en Isaías Medina Angarita, Caracas, Venezuela, una zona en donde se crío hasta los 19 años.

“Las personas que viven en un barrio saben que la situación es difícil y cuando te expones mucho tiempo a la calle lo que aprendes no es precisamente astronomía”, declaró.

Al comienzo de su adolescencia Ray dejó a un lado sus estudios, labor que suplantó por el trabajo.

“Yo decidí no estudiar más porque no me gustaba entrar a clases, se lo dije a mi mamá y ella insistió en que tendría que conseguir empleo y así fue, más adelante entendí que la formación es importante pero para ese momento era un chico joven y por eso muchas personas querían pisotearme, un día me cansé de esa situación y llegó el momento en el cual tomé ejemplo del comportamiento que veía en las calles”, comentó.

Ray afirma que a los 15 comenzó a meterse en problemas. “Experimenté lo que era el poder de un arma, ahora pienso que el verdadero poder se encuentra en la palabra”, sentenció.

A los 19 años y debido a su comportamiento se mudó a San Juan de los Morros, estado Guárico y a los 20 ya se encontraba tras las rejas, un lugar en el cual estuvo por casi una década. “Tengo 1 año y 6 meses en libertad, desde que salí no sé lo que es tocar un arma. Es más, desde que desmantelaron la Penitencia General de Venezuela el 27 de octubre del año 2016”, afirmó.

“Mi vocación es servir y mi pasión son las rimas”

Ray ahora trabaja como conferencista y músico. En este nuevo rumbo, él apela a dar un mensaje que apunta al amor, empatía y la reflexión.

“Mi mamá me inscribió en una escuela de música cuando era más joven y cuando me iba al metro de Plaza Sucre me encontraba con unos amigos que sabían rapear, yo en se momento hacía beatbox y en eso me la pasaba, cuando me di cuenta ya hacia freestyle, me decían “gatillo” debido a la rapidez con la cual salían mis palabras”, afirmó.

Sus letras se encuentran repletas de mensajes positivos, vivencias y consejos. “Aparte de rapear también toco timbal, en la cárcel aprendí a tocar el cuatro y actualmente estoy comenzando con la guitarrita y el ukelele, yo ni siquiera sabía que el ukelele existía”, mencionó entre risas.

Esta variedad de talentos Ray las afinó cuando se unió a Free Convict, un grupo musical conformado por distintos privados de libertad en la Penitencia General de Venezuela.

“Este movimiento es necesario no solo para aquellas personas que se encuentran tras las rejas, también lo es para aquellos que necesitan un verdadero camino. Muchos de los amigos que se la pasaban conmigo improvisando cuando era joven fueron ejecutados y esto se pudo haber prevenido”, declaró.

Ray afirma que la música es una herramienta poderosa que puede cambiar la vida de las personas.

“La música puede ayudar y la prueba de eso es la transformación de diversos chicos que tenían una vida errada y hoy se encuentran reivindicados. Esa es una de las realidades que espero poder llevar al mundo, mostrar que las personas pueden cambiar a través de las rimas", comentó.

Ahora Ray se encuentra dispuesto a tender su mano. “La música es transformadora, me ayudó a tener una mejor vida y puede cambiar la perspectiva de muchos jóvenes que están perdidos en la oscuridad, solamente debemos apoyarlos”, expuso.

Su pasado lo llevó a sentirse discriminado. “Comprendí que aquellas personas que excluyen a otros se encuentran sumergidos en la ignorancia y no puedo culparlos por sus doctrinas pero si los puedo ayudar a conocer otros puntos de vista", comentó.

Ray pasó de un camino que describe como lleno de “aprendizaje, sufrimiento y descubriendo” a lo que él señala como una vida sueños, optimismo, trabajo y creatividad.

Ahora ha vivido lo que es presentarse en tarima al frente del público. "Después de todo lo que experimenté dentro de la cárcel me sentí vivo al estar con mis compañeros cantando, ver a mi mamá que es mi mayor apoyo y a mis hermanos llorando de alegría después de todo lo que hemos pasado fue increíble", sentenció.

Su principal motivación  

Su mayor reto sin duda alguna ha sido cumplir con el rol de padre. "Tengo 3 hijos y no he podido estar con ellos como debería, eso es algo con lo cual me estoy afrontando. Cuando tuve a mi primera hija no estaba preparado. Yo tuve a mi mamá, crecí sin padre y es algo que tengo que aprender desde cero", comentó.

Un consejo para todos

"Hay tres cosas que nos ayudarán a ser felices, la primera es prestarle atención a lo que dice mamá; lo segundo, escuchar a nuestro corazón y lo tercero, nunca olvidar quienes somos", declaró.

Actualmente, Ray Martinez se encuentra trabajando junto a Free Convict para publicar nueva música y continuar con su trabajo social. Síganlo en sus redes sociales: @Ray_martinezs