Martes, 31 de enero, 2023
Pérez, Johny

El Observatorio Venezolano de Violencia LGBTIQ+ afirma que la situación de estas personas en el país “es bastante deplorable” por la falta de un marco jurídico que les brinde protección


Un grupo de activistas crearon el Observatorio Venezolano de Violencia LGBTIQ+, con el fin de brindar un apoyo a las personas que son víctimas de hechos violentos en medio de un contexto adverso que enfrenta esta comunidad en la actualidad.

“Vimos la necesidad de documentar hechos de violencia en el contexto venezolano con un enfoque LGBTIQ+, tomando en cuenta consideraciones de organizaciones internacionales como la OEA y la ONU que han hecho recomendaciones a Venezuela sobre la manera de cómo se debería presentar la información respecto a la violencia y otros indicadores, puesto que es importante tener ese enfoque para presentar datos en distintos foros para la toma de decisiones”, expresó Jeffrey Rodríguez, coordinador de monitoreo del OVVLGBTIQ+ en conversación con Amnistía Internacional Venezuela.

En este sentido, aparte de documentar los hechos de violencia, esta iniciativa también tiene como propósito visibilizar esta situación a través de redes sociales o por medio de otros mecanismos que las víctimas soliciten, a la vez de ser una central de información que sea pública y útil.

Asimismo, el Observatorio tiene como misión crear espacios de formación para activistas, organizaciones de la sociedad civil y todo aquel que esté interesado, para obtener herramientas para documentar hechos de violencia en diferentes contextos, con el fin de presentarlos ante otras organizaciones e instituciones del poder público, además para ejecutar denuncias o mecanismos de protección.

Rodríguez destaca que esta labor que están realizando desde 2022, está inspirada en los trabajos realizados por otras organizaciones, tales como: Somos, Fundación Reflejos y Unión Afirmativa, las cuales ya en años anteriores documentaron hechos de violencia contra personas LGBTIQ+, “pero no se había establecido un Observatorio como tal”.

Venezuela, un país hostil para las personas LGBTIQ+

El OVVLGBTIQ+ llega en un momento clave, en vista que según Rodríguez Venezuela es un país complicado para los derechos humanos de estas personas.

La situación de la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela es bastante deplorable. No hay manera de disfrazarlo o hacerlo menos grave, la situación es complicada porque tenemos un Estado y un gobierno que es homofóbico expresamente tanto en discurso como en acciones y omisiones. Además a lo que respecta a la opinión pública, la sociedad es bastante denigrante y peyorativa en la forma como describe y aborda los hechos sobre los derechos humanos de personas LGBTIQ+”, afirma.

A juicio del activista la situación “es complicada, porque en Venezuela no existe un marco jurídico que proteja a las personas LGBTIQ+, además la crisis humanitaria compleja y la crisis económica y política, hace que estas personas sean aún más vulnerables”.

A su vez, agrega que “a nivel suramericano junto a Bolivia somos los únicos países que no han legislado prácticamente nada con respecto a los derechos que exige la comunidad LGBTIQ+, en vista que muchas de las iniciativas no han tenido los frutos que se esperan”.

A pesar del contexto “negativo”, subraya el hecho de que a nivel social la comunidad “tiene más visibilización en diferentes espacios”, además califica de “pequeño paso” que en 2022 se haya creado la Fiscalía 98 para garantizar el acceso a la justicia y el debido proceso para las víctimas de violencia.

Denuncias de discriminación: testimonios

El Observatorio a pesar de que es una iniciativa que aún no ha cumplido un año, ya está apoyando a la comunidad LGBTIQ+ recibiendo denuncias.

“Estamos recibiendo denuncias de dos tipos. Una que tiene que ver con discriminación en espacios al aire libre (plazas, parques y calle en general); y por otro lado en espacios comerciales y disfrute (bares, restaurantes y discotecas), los cuales son lugares bastantes propensos para hechos de violencia contra personas LGBTIQ+, por los momentos esas son las denuncias que más nos llegan”, destacó.

A propósito de eso, en días recientes se hizo viral en las redes sociales un caso en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda (Parque del Este), donde un joven de 27 años aseguró ser víctima de un acto de “discriminación y homofobia” cuando compartía con su pareja.  Funcionarios policiales les pidieron que salieran del lugar después de haberse dado un beso.

 “Que en Venezuela dos hombres tengan una cita se convierta en un problema a la moralidad y a las buenas costumbres es completa responsabilidad del sistema gubernamental que ha hecho silencio y se ha negado a darnos los derechos que como ciudadanos merecemos”, dijo el joven en cuenta en Twitter.

Asimismo, Amnistía Internacional tuvo conocimiento del caso de Daniel Silva y René Ferrer, quienes son una pareja que vive en Caracas y afirman que han sido víctima de la falta de políticas y acciones gubernamentales para defender los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ+. En los últimos años han sufridos una sistemática discriminación en la comunidad donde residen y no han recibido apoyo de las autoridades a pesar de las reiteradas denuncias que han interpuesto en el Ministerio Público.

“Las autoridades han ignorado nuestras denuncias sobre el acoso e intimidación que hemos recibido por parte de vecinos de la comunidad donde vivimos en los últimos 2 años. Tememos por nuestra vida, las situaciones y actitudes homófonas que recibimos nos ha producido condiciones de salud importantes”, señaló Silva.

“La fiscal de nuestro municipio nos ha dicho que no volvamos a denunciar porque no ve delito en nuestro caso, donde evidentemente hemos sido acusados con falsos testimonios y víctimas de episodios de odio, acoso y espionaje por parte de algunas personas de la comunidad”, indicó Ferrer.

“Los funcionarios públicos son agresores en un gran número de casos que registró el Observatorio, por lo que hay una tendencia en la que podemos notar que no solamente es el contexto propio de la sociedad venezolana, sino también son sus instituciones y todos lo que están detrás de ese aparato quienes también promueven conductas homofóbicas y agresivas contra personas LGBTIQ+”, señaló Rodríguez. Próximamente, el OVVLGBTIQ+ presentará un primer informe sobre esta situación, tras las denuncias recabadas durante 2022.

A parte de eso, ofrecen gestiones de casos que incluyen primeros auxilios psicológicos y atención legal. En caso de que la víctima requiera de atención médica o de otro tipo son derivadas a organizaciones aliadas para ofrecer una atención más integral.

“También ayudamos a las víctimas de violencia en temas de denuncia pública a través de las redes sociales y asesoría en la redacción de escritos que puedan presentar ante diferentes entidades públicas”, señaló.

A futuro el OVVLGBTIQ+ espera englobar toda la información sobre violencia y condiciones de vida de personas LGBTIQ+ en Venezuela. También se proyecta no solo en la labor de documentar, sino también de acompañar a las víctimas de manera integral.

¿Cómo vive una persona LGBTIQ+?

En noviembre de 2022, un grupo de activistas se encadenaron en la sede de la Defensoría del Pueblo en Caracas, exigiendo derechos como: matrimonio igualitario y el cambio de nombre de personas trans e intersex y la despenalización de la homosexualidad en las Fuerzas Amadas.

Bajo este contexto, Rodríguez explicó lo difícil que es la cotidianidad para una persona LGBTIQ+, principalmente porque se “tiene una institucionalidad que no te permite hacer nada, no da espacios ni oportunidad para que estas personas puedan desenvolverse. Esto por supuesto limita mucho la calidad de vida de una persona, aparte es importante mencionar el tema de la productividad porque cuando una persona tiene diferentes grados de productividad esto incide en la forma de cómo vive”.

También, menciona que al igual que en el país no hay un marco legal que proteja a las personas, tampoco “están tipificados los crímenes de odio”, por lo que sostiene que todos los hechos de violencia por orientación sexual e identidad de género son juzgados como delitos comunes, pero “la mayoría no son tomados en cuenta”.

Rodríguez considera que el rechazo hacia las personas LGBTIQ+ “no es por odio, sino por desconocimiento”, el cual a su criterio se puede subsanar con educación, empatía y conciencia. Al mismo tiempo, aclara que el hecho de que estas personas adquieran derechos no se traduce de reducción de oportunidades para los demás.

“Muchas veces las personas se sienten amenazadas porque piensan que ya no van a pertenecer a ciertos espacios, pero es todo lo contrario, se trata de abrir mucho más el abanico de que los espacios públicos para todos siempre y cuando impere el respeto. Nuestra bandera es que la diversidad es infinita dentro del contexto de los seres humanos”, explica.

Asimismo, reconoce que hay temas referentes a la comunidad LGBTIQ+ que son amplios y complejos, por ende, entiende que los cambios de patrones de pensamientos respecto a la identidad humana pueden tomar su tiempo, a la vez que insiste que se deben abordar estas situaciones “con mucha educación”, por lo tanto, les pide a los individuos que estigmatizan a que “escuchen” a las personas LGBTIQ+.

“En la actualidad por el tema de las redes sociales hemos tomado una actitud reaccionaria frente a lo que el otro dice o hace. Por eso es importante escucharnos y reconocernos y saber de qué hay necesidades, exigencias y realidades, y desde allí comenzar a contrastar”, reflexionó.

En tal contexto, señala que muchas veces se dice que los derechos por lo que luchan son “caprichos”, pero explicó la diferencia que tiene en sus vidas el hecho de que se les otorgue o no los mismos.

“Por ejemplo en un contexto de matrimonio igualitario no es solamente poder tener una unión legal con otra persona, sino que el mismo deriva otros derechos como los son la comunidad conyugal, tener beneficios por parte de la pareja como seguros de vida, una mejor condición financiera ante las instituciones bancarias para solicitar créditos, porque en ese caso se toman dos patrimonios, por lo tanto, allí hay una dinámica bastante complicada que muchas personas desconocen”, subrayó.

Masculinidad positiva, un elemento clave

Jeffrey afirma que “Venezuela es un país machista, misógino y retrogrado”, por lo tanto considera que el término de la masculinidad positiva es un punto fundamental para abordar y reconocer todos los elementos de la identidad humana. 

“La nueva masculinidad se refiere a que reconoce y es inclusiva con personas LGBTIQ+, con personas con discapacidad, personas de otras etnias, es un enfoque trasversal e interseccional que también forma parte de esto porque se trata de ser más consciente del contexto, porque siempre al varón se le ha enseñado que tiene que ser agresivo y dominante, mientras que la masculinidad positiva busca que se desarrollen rasgos que sean más amigables con los demás”, enfatizó.

Mensaje para la comunidad y Estado venezolano

A pesar del contexto adverso ya descrito, el OVVLGBTIQ+ ratifica su compromiso de escuchar, atender denuncias y asesorar a todas las personas LGBTIQ+, al entender que la soledad para estas personas puede ser muy predominante. “Somos una mano amiga que no juzga y es segura para todos”.

Entretanto, esta iniciativa le pide al Estado venezolano que “sea claro” en darle una respuesta a las exigencias de este sector de la sociedad. “Esta respuesta que sea positiva o negativa, pero que exista. Más allá de lo frustrante de recibir un no como respuesta, mucho más frustrante es no recibir respuesta”, concluyó.

Para más información sigue las redes sociales de esta iniciativa:

Twitter: @ovlgbtiq

Instagram: @nomasdicriminacionve

La página web nomasdiscrimacion.org.com