Viernes, 29 de agosto, 2025
Hernández, Daniel
El debate sobre migración ya no puede seguir reduciéndose a cifras y controles fronterizos. Con “Basta de Abuso a Migrantes”, Amnistía Internacional Venezuela y sociedad civil colocan el tema en el centro de la agenda política regional
Frente al aumento de políticas migratorias restrictivas en la región y el incremento de la xenofobia, Amnistía Internacional Venezuela, con la compañía de Naciones Unidas, gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil, presentó la campaña regional “Basta de Abuso a Migrantes”, una iniciativa que busca articular esfuerzos para defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas venezolanas.
La campaña parte de un mensaje central: migrar es un derecho, no un delito. Bajo ese enfoque, propone tres ejes de acción: documentar violaciones de derechos para exigir rendición de cuentas, combatir narrativas de odio con estrategias comunicacionales conjuntas y potenciar la incidencia política para lograr cambios estructurales en leyes y prácticas institucionales que hoy en día vulneran los derechos de estas personas.
En el lanzamiento, la funcionaria del Ministerio del Interior, Caterine Vergara, advirtió sobre los riesgos que se incrementan cuando los Estados criminalizan la migración irregular: “Todas las personas son titulares de derechos. Cuando se etiqueta a alguien como ‘ilegal’, se le reduce a una mercancía y se abren escenarios de explotación. Las condiciones de vulnerabilidad que enfrentan muchos migrantes son la base de ese delito, y por eso hemos identificado que una gran parte de las víctimas de trata en la región son personas migrantes”.
Desde Naciones Unidas, Julia Pimentel, oficial de derechos humanos, reforzó la idea de que la verdadera transformación hacia un contexto migratorio positivo ocurre con el trabajo articulado: “A nivel regional observamos la importancia de unir esfuerzos multilaterales. Ningún país puede enfrentar en solitario las crisis humanitarias, por eso necesitamos compromisos compartidos que permitan respuestas coordinadas y sostenibles. La cooperación regional no debe quedarse en el papel, sino materializarse en acciones conjuntas que realmente marquen la diferencia en la vida de las personas”.
Además añadió que uno de los retos más grandes sigue siendo la falta de información confiable y desagregada. “Sin datos claros, los sistemas de protección se vuelven limitados. Por eso insistimos en construir registros con un enfoque de derechos, no de control. Solo así podremos diseñar políticas que respondan a la realidad de quienes migran y elevar nuestra capacidad de protección.”
Por su parte, la directora adjunta de Amnistía Internacional Venezuela, Nastassja Rojas, destacó que la iniciativa no es un esfuerzo aislado, sino un espacio para sumar propuestas y alianzas: “Nuestra campaña busca generar propuestas y unirnos en este esfuerzo, llevando mensajes para combatir la xenofobia y las dificultades que enfrentamos a nivel institucional.”
Por su parte, Yendri Velásquez, gerente de campañas de Amnistía Internacional Venezuela, subrayó que la estrategia no se limita a denunciar, sino que busca tender puentes: “La campaña ‘Basta de Abuso a Migrantes’ no es solo una denuncia; también es un puente de diálogo. Queremos señalar las violaciones de derechos, pero también tender la mano para construir mejores políticas públicas.”
Indicó que el trabajo cercano con las comunidades es fundamental. “Acompañar, asesorar, recoger testimonios directos: eso nos permite entender qué está pasando más allá de los informes oficiales. Los Estados necesitan de nuestro apoyo para identificar con claridad cómo pueden mejorar sus políticas. Por eso espacios como este, de diálogo y comunicación directa, son tan valiosos: demuestran que sí es posible sentarse con funcionarios y funcionarias para construir soluciones conjuntas.”
Con este lanzamiento, la campaña se consolida como un esfuerzo regional para garantizar que ninguna persona sea criminalizada por migrar. “Basta de Abuso a Migrantes” busca trascender discursos de odio y prácticas xenófobas para convertirse en un motor de incidencia: visibilizar las violaciones de derechos, transformar la manera en que se narra la migración en la opinión pública y abrir espacios para que gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil trabajen de manera conjunta.
El desafío es claro: pasar del reconocimiento de derechos a su garantía efectiva. Amnistía Internacional Venezuela, y sus aliados regionales, llaman a convertir esta campaña en un movimiento sostenido que logre cambiar narrativas, reducir la xenofobia y asegurar que las políticas públicas en paises de acogida respondan con dignidad, igualdad y justicia a las personas venezolanas que han tenido que huir de su pais y ejercen su derecho a migrar.