Lunes, 11 de junio, 2018

El Tribunal Superior de Tokio anuló el fallo de una corte inferior contra Hakamada Iwao, quien tiene más de 40 años esperando la ejecución. Al respecto, Hiroka Shoji, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental, señaló que "La sentencia condenatoria de Hakamada se basa en una ‘confesión’ forzada"


En respuesta a la noticia de que el Tribunal Superior de Tokio ha anulado el fallo de una corte inferior y negado un nuevo juicio a Hakamada Iwao, de 82 años, que lleva más de cuatro décadas en espera de ejecución, Hiroka Shoji, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental, comentó:

“El fallo de hoy es una injusticia manifiesta y va en contra de los hechos. La sentencia condenatoria de Hakamada se basa en una ‘confesión’ forzada, y sigue habiendo importantes preguntas sin responder sobre las pruebas de ADN.”

“Hakamada se está quedando sin tiempo para recibir el juicio justo que le negaron hace 50 años. Las peticiones de su equipo letrado deben atenderse sin dilaciones indebidas. Hakamada es anciano y está aquejado de problemas de salud mental a consecuencia de los muchos años que lleva en espera de ejecución.”

“De volver a enviar a Hakamada a prisión, las autoridades japonesas no sólo estarían actuando en contra de las salvaguardias internacionales que protegen a las personas con discapacidad mental y las personas ancianas frente al uso de la pena de muerte, sino que estarían siendo sencillamente crueles. Mientras Hakamada continúa luchando por la justicia, se debe permitir que permanezca en su domicilio por motivos humanitarios.”