Miércoles, 29 de agosto, 2018

Amnistía Internacional emitió una carta pública a Google para que ratifique el compromiso que adoptó la empresa en 2010 de no proporcionar servicios de motor de búsqueda censurados en China y revele su postura sobre la censura en China y las medidas de protección que, en su caso, está adoptando frente a las violaciones de derechos humanos relacionadas con el Proyecto Libélula y el resto de sus ofertas de aplicaciones móviles chinas


“Los planes de Google de lanzar en China una aplicación de motor de búsqueda censurado representarían una alarmante capitulación en derechos humanos y podrían tener consecuencias devastadoras en un país donde se persigue habitualmente a las personas por expresar su opinión”, han declarado hoy Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos.

En una carta abierta dirigida al director ejecutivo de Google Sundar Pichai, publicada el martes, Amnistía Internacional y 13 grupos de derechos humanos más piden a Google que responda a unas preguntas básicas sobre una aplicación, conocida internamente como “Proyecto Libélula”, que bloquearía determinados sitios web y palabras de búsqueda para adaptarse a las normas de la censura estatal china. El 1 de agosto The Intercept publicó detalles de la aplicación, pero Google no ha respondido públicamente hasta ahora.

“El gobierno chino dirige uno de los regímenes de vigilancia y censura en Internet más represivos del mundo. Sencillamente, no es aceptable que los altos directivos de Google guarden silencio cuando se sabe que la empresa está estudiando la posibilidad de participar activamente en las violaciones de los derechos a la libertad de expresión y a la privacidad de millones de personas en China”, manifestó Anna Bacciarelli, investigadora de Tecnología y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.

“En 2010 Google se retiró de China alegando restricciones a la libertad de expresión. Desde entonces el gobierno chino ha endurecido su control sobre la libertad en Internet, pero parece que Google ha dado un giro de 180 grados a sus principios. ¿Está Sundar Pichai dispuesto a ratificar los compromisos que tomó Google en su día de no introducir búsquedas censuradas? ¿O va a capitular y adaptarse a los abusos para obtener acceso al mercado chino?”

En la carta abierta, las ONG piden a Google que:

  • ratifique el compromiso que adoptó la empresa en 2010 de no proporcionar servicios de motor de búsqueda censurados en China;
  • revele su postura sobre la censura en China y las medidas de protección que, en su caso, está adoptando frente a las violaciones de derechos humanos relacionadas con el Proyecto Libélula y el resto de sus ofertas de aplicaciones móviles chinas;
  • garantice protecciones para quienes denuncien irregularidades y otras personas empleadas que alcen la voz cuando vean que la empresa incumple sus compromisos con los derechos humanos.