Viernes, 26 de octubre, 2018

La defensora de los derechos humanos Trần Thị Nga está siendo castigada por las autoridades penitenciarias por “no seguir los principios de la cárcel” sin alegar ningún motivo. El hecho de que se le haya prohibido ver a sus familiares y de que sólo pueda hacer una llamada al mes, y muy restringida, despierta una grave preocupación por su bienestar. Trần Thị Nga, que lleva detenida desde enero de 2017, es presa de conciencia, y debe quedar inmediatamente en libertad incondicional


Las autoridades penitenciarias dijeron recientemente a la familia de Trần Thị Nga que se la está castigando por “no seguir los principios de la cárcel”, aunque sin aportar ninguna documentación que lo explique. La consecuencia es que desde el 28 de julio de 2018 tiene suspendidos todos sus derechos de visita, y en los últimos tres meses sólo se le han permitido hacer tres llamadas de teléfono a su hermano. Cada conversación está restringida a cinco minutos en los que se le prohíbe hablar de nada que tenga que ver con ella ni con las condiciones de la cárcel. Al no tener ninguna confirmación directa de que Trần Thị Nga está en buen estado de salud, su familia sigue muy preocupada por su bienestar y su seguridad, especialmente tras enterarse de que ha sido golpeada por otras presas y tras las amenazas de muerte que ha recibido durante este año.

Trần Thị Nga, conocida también por su seudónimo “Thúy Nga”, fue detenida y acusada de “propaganda contra el Estado” en enero de 2017, tras participar en las manifestaciones pacíficas que tuvieron lugar en 2016 a raíz del desastre medioambiental de la empresa Formosa. El 25 de julio de 2017, el tribunal de Ha Nam, provincia del norte de Vietnam, la declaró culpable y la condenó a nueve años de cárcel y cinco de arresto domiciliario.

En febrero de 2018, Trần Thị Nga fue trasladada a la cárcel de Gia Trung, situada a 1.300 kilómetros de su casa, una táctica habitual de las autoridades de Vietnam para castigar más a las personas presas de conciencia. A pesar de las dificultades logísticas para llegar a la cárcel, el marido de Trần Thi Nga ha afirmado que volverá a intentar visitarla el próximo mes para exigir que se le informe de su situación actual.

Trần Thị Nga es presa de conciencia, detenida únicamente por el ejercicio pacífico de sus derechos a la libertad de expresión y de reunión.

Escriban inmediatamente en vietnamita, en inglés o en su propio idioma, pidiendo a las autoridades de Vietnam que:

- dejen en libertad de inmediato y sin condiciones a Trần Thị Nga, pues es presa de conciencia, recluida exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y reunión;

- garanticen que, hasta que sea puesta en libertad, esté protegida de la tortura y otros malos tratos, y que todas las denuncias sean investigadas de manera efectiva, imparcial e independiente y los responsables rindan cuentas;

- dejen de utilizar los traslados penitenciarios como medida punitiva y se aseguren de que Trần Thị Nga puede acceder regularmente a sus familiares y a los abogados que elija, así como a la atención médica adecuada que necesite.

 

Envíen llamamientos antes del 6 de diciembre de 2018 a:

 

Presidente
State President

Nguyễn Phú Trọng

2 Hùng Vương, Ba Đình,

Hà Nội, Vietnam

Fax: +844 3733 5256

Correo-e: webmaster@president.gov.vn

Tratamiento: Excelencia / Your Excellency


Director de la prisión
Prison Director

Nguyễn Đình Ba

Trung tâm Ayon,

Trại giam Gia Trung,

Thị trấn Mang Yang, tỉnh Gia Lai,

Vietnam

Tratamiento: Señor Director / Dear Director


Y copias a:

Ministro de Seguridad Pública
Minister of Public Security

Tô Lâm 44 Yết Kiêu St.

Hoàn Kiếm District,

Hà Nội, Vietnam

Fax: +844 382 318 72 (c/o Ministerio de Asuntos Exteriores)

Correo-e: ttll.mfa@mofa.gov.vn

 

Información adicional

Trần Thị Nga comenzó su activismo de derechos humanos protestando contra el tráfico de seres humanos, del que ella misma había sido víctima. Desde entonces se ha ocupado de muchas cuestiones. Durante sus años de activismo, Trần Thị Nga ha sido objeto de varias amenazas y ataques, incluida una brutal paliza a manos de policías sin uniformar. En mayo de 2014, unos policías vestidos de civil le rompieron un brazo y una pierna.

Trần Thị Nga dijo a su esposo en una conversación de cinco minutos, el 17 de agosto de 2018, que recientemente le habían dado una paliza y había sido amenazada de muerte por otras presas. Además, en julio dijo a sus familiares que estaba en la misma celda que una presa conocida por ayudar a los guardas a intimidar y pegar a otras presas. Su marido ha expresado su gran preocupación por su seguridad, ya que la comunicación se cortó repentinamente cuando Trần Thị Nga trataba de contarle cuáles eran sus condiciones de reclusión. Las últimas palabras que oyó de ella fueron: “Me pegan a menudo y hace poco me han amenazado con matarme”.

En 2016, la catástrofe medioambiental que se conoce como el Desastre de Formosa, ocasionada por el vertido de residuos industriales en las aguas de la costa central de Vietnam, provocó protestas masivas en todo el país. Una fábrica de propiedad taiwanesa admitió posteriormente su responsabilidad en el desastre, a causa del cual murieron cientos de miles de toneladas de peces y quedaron sin trabajo millones de personas. Todo el país protestó indignado, y en Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh la gente se echó a la calle en 2017 para protestar por la falta de respuesta adecuada del gobierno vietnamita. Durante estas protestas, muchas personas fueron golpeadas por la policía y detenidas. En los meses siguientes, las autoridades detuvieron a muchos activistas. Unas 40 personas han sido detenidas en relación con las protestas, y al menos una decena de activistas han huido del país y han pedido asilo en Tailandia.

Como Estado Parte en la Convención de la ONU contra la Tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Vietnam tiene la obligación de proteger a todas las personas de la tortura y otros malos tratos y de llevar a cabo sin demora investigaciones minuciosas, independientes e imparciales sobre estas denuncias. Se sabe que las condiciones en las cárceles del país son duras: la alimentación, la asistencia médica y otras condiciones no cumplen los requisitos mínimos establecidos en las Reglas Mínimas de la ONU para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela) y otras normas internacionales. En Vietnam, los presos y presas de conciencia permanecen a menudo en régimen de aislamiento durante largos periodos como forma de castigo adicional, lo cual viola claramente estas reglas, en lo que algunos ex presos han calificado de “cárcel dentro de la cárcel”. Para más información, véase el informe Prisons Within Prisons: Torture and ill-treatment of prisoners of conscience in Viet Nam (ASA 41/4187/2016).

Trần Thị Nga forma parte de los 94 presos y presas de conciencia que se sabe que hay en Vietnam, según la lista publicada por Amnistía en abril de 2018. Vietnam es uno de los países del Sudeste Asiático que más encarcela a activistas pacíficos, y las condiciones en sus cárceles son duras, especialmente para los presos y presas detenidos por motivos políticos. Para más información, véase Prisoners of conscience in Viet Nam (ASA 41/8162/2018).

La tortura y otros malos tratos, incluida la detención en régimen de incomunicación, la reclusión prolongada en régimen de aislamiento, las palizas y la retirada deliberada de tratamiento médico, están absolutamente prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos, pero siguen siendo prácticas habituales de las autoridades de Vietnam.

Índice: ASA 41/9291/2018