Lunes, 05 de noviembre, 2018

Arabia Saudí se ha abstenido sistemáticamente de abordar su deplorable historial de derechos humanos y de aplicar las recomendaciones fundamentales que se comprometió a seguir durante su anterior examen ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2014


La credibilidad de los 193 Estados miembros de la ONU estará en juego durante el examen periódico universal de Arabia Saudí en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra el lunes, ha afirmado Amnistía Internacional. 

“Los Estados miembros de la ONU deben acabar con el ensordecedor silencio sobre Arabia Saudí y cumplir con su obligación de someter a escrutinio la crueldad en el reino para evitar que se cometan más indignantes violaciones de derechos humanos en el país y en Yemen”, ha declarado Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.

“La represión que desde hace largo tiempo ejerce el gobierno saudí sobre la disidencia, uno de cuyos ejemplos ha sido la ejecución extrajudicial del periodista Jamal Khashoggi el mes pasado, ha sido voluntariamente ignorada hasta hace poco por los Estados miembros de la ONU".

“La espantosa muerte de Jamal Khashoggi ha demostrado lo lejos que están dispuestas a llegar las autoridades de Arabia Saudí en su represión de la disidencia pacífica, una represión que no ha hecho más que intensificarse desde que Mohammad bin Salman se convirtió en príncipe heredero".

Arabia Saudí se ha abstenido sistemáticamente de abordar su deplorable historial de derechos humanos y de aplicar las recomendaciones fundamentales que se comprometió a seguir durante su anterior examen ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2014.

En su informe de julio de 2018 Reform without human rights, Amnistía Internacional documentó una serie de violaciones de derechos humanos que se cometen en Arabia Saudí.

Entre estas violaciones están la represión sistemática de la libertad de expresión, las medidas enérgicas contra los defensores y defensoras de los derechos humanos, el aumento de las ejecuciones, la discriminación contra las mujeres y la minoría chií y el papel de Arabia Saudí en graves violaciones contra la población civil en el devastador conflicto armado de Yemen.

“Ahora son más importantes que nunca el escrutinio y las medidas de los Estados miembros de la ONU. La comunidad internacional tiene la obligación de exigir responsabilidades al gobierno saudí por su implacable represión de los derechos humanos en el país y sus violaciones en el conflicto de Yemen. Los países que tienen más influencia sobre Arabia Saudí deben hacer todo lo que esté en su mano para impedir nuevas violaciones e instar a Arabia Saudí a llevar a cabo verdaderas reformas de derechos humanos, como la puesta en libertad inmediata e incondicional de todos los presos y presas de conciencia, incluidos los defensores y defensoras de los derechos humanos, y la abolición del sistema de tutela masculina”, ha declarado Samah Hadid.

“Todos los países proveedores de armas deben dejar de vender armas a Arabia Saudí y a los miembros de su coalición, dados los claros indicios documentados por Amnistía Internacional de que estas armas podrían ser utilizadas para cometer graves violaciones en Yemen, incluidos posibles crímenes de guerra".

Información complementaria

Desde su último examen periódico universal, en 2014, Arabia Saudí no ha aplicado muchas de las recomendaciones que había aceptado en el examen anterior, como abolir el sistema de tutela masculina, tipificar como delito el feminicidio y cumplir la Recomendación general 19 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, aprobar y promulgar leyes que garanticen el derecho de reunión pacífica y permitan a las ONG operar sin miedo a actos de represalias, terminar con la discriminación contra las mujeres y las minorías, garantizar el debido proceso y los juicios justos, prohibir por ley el uso de la tortura y otros malos tratos, como dispone la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de la ONU, y proteger a los trabajadores y trabajadoras, incluidos migrantes, de cualquier forma de abuso.

Aunque Arabia Saudí no ha respondido favorablemente a todas las peticiones de los procedimientos especiales de la ONU para visitar el país, sí aceptó una visita del relator especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos en 2015, visita que, sin embargo, aún no ha facilitado. Amnistía Internacional celebra las visitas del antiguo relator especial sobre el terrorismo y los derechos humanos al país en 2017 y en noviembre de 2016, con arreglo a recomendaciones aceptadas por Arabia Saudí.