Martes, 11 de diciembre, 2018

“Mañana, Sundar Pichai deberá responder a varias preguntas importantes. ¿Cómo puede Google compaginar el proyecto Libélula con sus compromisos en materia de derechos humanos? ¿A Google le importan más los beneficios que las personas? ¿Escuchará Google el clamor de indignación de sus propios trabajadores ante los planes de China?”, se preguntaba Joe Westby, investigador de Amnistía Internacional sobre Tecnología y Derechos Humanos


Los legisladores estadounidenses deben presionar al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, sobre los alarmantes planes de la empresa para inaugurar una aplicación de búsqueda censurada en China; así lo ha afirmado Amnistía Internacional con antelación a la comparecencia de Pichai ante el Congreso, prevista para mañana.

Pichai va a declarar ante el Congreso en relación con las denuncias de parcialidad política en el algoritmo de búsqueda de Google. El gigante tecnológico también deberá responder a preguntas sobre su prototipo de motor de búsqueda para un proyecto mercantil chino cuyo nombre en clave es Libélula, que crearía una lista negra de términos de búsqueda como “derechos humanos” y facilitaría a las autoridades chinas la persecución de disidentes online.

“Mañana, Sundar Pichai deberá responder a varias preguntas importantes. ¿Cómo puede Google compaginar el proyecto Libélula con sus compromisos en materia de derechos humanos? ¿A Google le importan más los beneficios que las personas? ¿Escuchará Google el clamor de indignación de sus propios trabajadores ante los planes de China?”, se preguntaba Joe Westby, investigador de Amnistía Internacional sobre Tecnología y Derechos Humanos.

“Es un momento crucial para la libertad en Internet. Instamos al Congreso a que exija claridad a Sundar Pichai y le pida que abandone el proyecto Libélula.”

El 26 de noviembre, Amnistía Internacional organizó una jornada de protestas en todo el mundo contra estos planes, y cientos de personas de la plantilla de Google firmaron una carta abierta sumándose al llamamiento de la organización para que la tecnológica abandone este proyecto.

Amnistía también ha publicado hoy un nuevo vídeo satírico en el que un empleado ficticio de Google pone objeciones a las críticas del “personal de Google, Amnistía Internacional y otras muchas organizaciones de derechos humanos”. Es la secuela del falso anuncio de empleo para el proyecto Libélula, usado para alertar al personal de Google de la campaña en favor de la retirada del proyecto a través de publicidad en LinkedIn.

Amnistía Internacional publicó asimismo una carta abierta firmada por 61 organizaciones no gubernamentales y 11 personas a título personal, entre ellas Edward Snowden.

He aquí un fragmento de la carta:

“Facilitar a las autoridades chinas el acceso a datos personales, como indica la información publicada en los medios de comunicación, sería especialmente irresponsable. Si tales características fueran habilitadas, existe el peligro real de que Google ayude directamente al gobierno chino a detener o encarcelar a personas sólo por expresar sus opiniones en Internet, haciendo cómplice a la empresa en violaciones de derechos humanos".

Francisco Bencosme, responsable de promoción sobre Asia y Oceanía de Amnistía Internacional Estados Unidos, asistirá a la comparecencia y estará disponible para entrevistas.