Miércoles, 20 de marzo, 2019

Alfredo Okenve ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos. Esto no es ningún delito, y Okenve no debe ser acosado por llevar a cabo su legítima labor. Además, deben devolverle el pasaporte y el teléfono y permitirle viajar sin temor por su seguridad 


  • Le confiscaron el pasaporte y el teléfono
  • Lo esposaron y lo enviaron de vuelta a su casa en un avión militar
  • Al menos tres individuos sin identificar fueron vistos vigilando los alrededores de su casa

Las autoridades de Guinea Ecuatorial deben devolver de inmediato su pasaporte y su teléfono a un destacado activista de derechos humanos a quien prohibieron salir del país y luego esposaron y embarcaron en un avión militar con destino a su ciudad de origen, ha dicho hoy Amnistía Internacional, pidiendo que se garantice la seguridad y la libertad de circulación del activista.

Alfredo Okenve fue detenido el 15 de marzo tras habérsele prohibido acudir a la entrega en la capital, Malabo, del Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos y Estado de Derecho.

“Esta prohibición demuestra lo decididas que están las autoridades a restringir la capacidad de Alfredo Okenve de llevar a cabo su labor legítima en Guinea Ecuatorial, incluso habiendo sido galardonado por su valiente trabajo en defensa y promoción de los derechos humanos”, ha dicho Marta Colomer, directora de campañas de Amnistía Internacional para África Occidental.

“Enviarlo de nuevo a casa esposado en un avión militar no hará que Alfredo Okenve y otras muchas personas activistas del país dejen de defender los derechos humanos. Las autoridades deben tomar de inmediato todas las medidas necesarias para retirar las restricciones a su libertad de circulación y permitirle llevar a cabo su labor de forma segura, sin amenazas, ataques ni otras formas de acoso.”

Alfredo Okenve, presidente del Centro de Estudios e Iniciativas para el Desarrollo (CEID), fue informado a finales del año pasado de que había sido galardonado con el premio que conceden las embajadas de Francia y Alemania. El activista salió de su ciudad, Bata, en dirección a la capital, Malabo, donde debía recibir el premio en una ceremonia que se celebraría la tarde del 15 de marzo.

Por la mañana, dos policías llegaron a la casa de un familiar cercano de Alfredo Okenve, a quien detuvieron e interrogaron sobre el paradero del activista. Cuando comenzaron a circular rumores de que la policía buscaba a Alfredo Okenve, las dos embajadas que organizaban la ceremonia de entrega del premio decidieron cancelar el acto. Además, obtuvieron el compromiso de las autoridades de que se permitiría a Alfredo salir del país ese día.

Sin embargo, en el aeropuerto se impidió al activista que embarcara en el avión y ocho agentes de seguridad lo llevaron esposado a un avión militar con destino a su ciudad, Bata. Al llegar allí, un mando militar le dijo: “Las instrucciones son que permanezca en su casa y no salga de la ciudad”-

Desde el fin de semana, Alfredo está en la ciudad de Bata sin teléfono ni pasaporte, pues ambos le fueron confiscados en aeropuerto. Al menos tres individuos sin identificar han sido vistos por los alrededores de su casa realizando tareas de vigilancia.

El caso de Alfredo Okenve es ilustrativo de la represión que ejerce Guinea Ecuatorial sobre activistas y defensores y defensoras de los derechos humanos. El 25 de febrero, Joaquín Elo Ayeto, activista y miembro del partido de oposición Convergencia para la Democracia Social (CPDS), fue detenido arbitrariamente y torturado por las fuerzas de seguridad, que lo acusaron de tener información sobre un presunto intento de golpe. En enero, se emitió orden de detención por financiación del terrorismo contra, entre otras personas, el abogado francés William Bourdon, que intervino en una demanda en Francia contra el hijo del presidente ecuatoguineano.

“Los representantes de Francia y Alemania deben condenar con rotundidad este último ataque contra Alfredo Okenve y hacer llegar claramente a las autoridades el mensaje de que esta preocupante tendencia de acoso y ataque a personas que defienden los derechos humanos empeorará la deteriorada situación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial”, ha afirmado Marta Colomer.

“Alfredo Okenve ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos. Esto no es ningún delito, y Okenve no debe ser acosado por llevar a cabo su legítima labor. Además, deben devolverle el pasaporte y el teléfono y permitirle viajar sin temor por su seguridad.”