Miércoles, 24 de abril, 2019

La ejecución masiva de hoy es una escalofriante demostración del cruel desprecio de la vida humana por parte de las autoridades saudíes. Es también otra inquietante indicación más del uso de la pena de muerte como herramienta política para aplastar la disidencia de la minoría chií del país


“La ejecución de 37 personas declaradas culpables de cargos de ‘terrorismo’ indica una alarmante escalada del uso de la pena de muerte en Arabia Saudí”, ha afirmado hoy Amnistía Internacional. Entre ellas figuraba un joven declarado culpable de un delito cometido cuando era menor de 18 años.

“La ejecución masiva de hoy es una escalofriante demostración del cruel desprecio de la vida humana por parte de las autoridades saudíes. Es también otra inquietante indicación más del uso de la pena de muerte como herramienta política para aplastar la disidencia de la minoría chií del país”, dijo Lynn Maalouf, directora de investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio.

La mayoría de las personas ejecutadas eran hombres chiíes que fueron declarados culpables en simulacros de juicio en los que se violaron las normas internacionales de imparcialidad procesal y que se basaron en confesiones obtenidas bajo tortura.

Entre ellos hay 11 hombres que fueron declarados culpables de espiar para Irán y condenados a muerte en un juicio manifiestamente injusto. Al menos otros 14 ejecutados habían sido declarados culpables de delitos relacionados con su participación en manifestaciones contra el gobierno celebradas en la Provincia Oriental de Arabia Saudí, cuya población es de mayoría chií, entre 2011 y 2012. Estos 14 hombres sufrieron prolongados periodos de detención en espera de juicio y dijeron al tribunal que los habían torturado o sometido a malos tratos para obtener “confesiones”.

Entre las personas ejecutadas está también Abdulkareem al Hawaj, un joven chií que fue detenido cuando tenía 16 años y que fue declarado culpable de delitos relacionados con su participación en protestas contra el gobierno. El derecho internacional prohíbe terminantemente el uso de la pena de muerte contra personas menores de 18 años en el momento del delito.

Según la información de que dispone Amnistía Internacional, las familias no fueron informadas de las ejecuciones con antelación y quedaron conmocionadas ante la noticia.

“El uso de la pena de muerte siempre es terrible, pero es aún más escandaloso cuando se aplica después de juicios injustos o contra personas que tenían menos de 18 años en el momento del delito, en flagrante violación del derecho internacional”, dijo Lynn Maalouf.

Todas las personas ejecutadas hoy eran nacionales de Arabia Saudí. En lo que va de año, han sido ejecutadas en Arabia Saudí al menos 104 personas, de las que por lo menos 44 eran extranjeras, la mayoría de las cuales fueron declaradas culpables de delitos de drogas. En 2018, Arabia Saudí llevó a cabo 149 ejecuciones en todo el año.

“En lugar de aumentar las ejecuciones a un ritmo alarmante so pretexto de combatir el terrorismo, Arabia Saudí debe detener inmediatamente esta sangrienta oleada de ejecuciones y establecer una moratoria oficial de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición total de la pena de muerte”, concluyó Lynn Maalouf.

Ali al Nimr, Dawood al Marhoon y Abdullah al Zaher, de la minoría chií, y que tenían menos de 18 años en el momento del delito, siguen en el corredor de la muerte y corren riesgo inminente de ser ejecutados.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos, independientemente de quién sea la persona acusada, de su culpabilidad o inocencia, del delito cometido y del método de ejecución.