Lunes, 20 de mayo, 2019

El flagrante desprecio por los derechos humanos en este caso es incongruente con la imagen global de un Estado moderno, abierto e inclusivo que las autoridades de EAU quieren proyectar


En respuesta a la sentencia del Tribunal Federal de Emiratos Árabes Unidos sobre el caso de ocho libaneses, todos ellos musulmanes chiíes —uno condenado a cadena perpetua, dos a diez años y otros cinco absueltos tras un juicio enturbiado por la preocupación por la falta de garantías de juicio justo y del debido proceso—, Lynn Maalouf, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Oriente Medio, ha declarado:

“La ausencia de requisitos básicos de juicio justo —como el acceso a un abogado— priva a la sentencia de hoy de toda fiabilidad y credibilidad.”

“Los ocho hombres estuvieron recluidos en régimen de aislamiento durante más de un año, un hecho que en sí mismo puede constituir tortura. Se les negó el acceso a abogados durante la fase de interrogatorio e investigación previa al juicio; e incluso cuando, después de comenzado el juicio, se designó a abogados, a éstos no se les permitió reunirse con sus defendidos fuera del tribunal. Algunos de los hombres denunciaron haber sido torturados para hacerles firmar supuestas confesiones, pero estas denuncias no se han investigado. Todos estos datos hacen que no nos inspire ninguna confianza el proceso que condujo a la declaración de culpabilidad de los tres hombres.”

“Se ha recibido con satisfacción la noticia de que cinco hombres han sido absueltos; sin embargo, las autoridades deben investigar ahora de manera efectiva las denuncias de tortura y anular las poco fiables declaraciones de culpabilidad de los tres restantes. Si no existen pruebas suficientes contra ellos y no se les puede procesar en juicios justos, también ellos deberían ser absueltos y puestos en libertad.”

“El flagrante desprecio por los derechos humanos en este caso es incongruente con la imagen global de un Estado moderno, abierto e inclusivo que las autoridades de EAU quieren proyectar.”

Información complementaria:

Los ocho ciudadanos libaneses fueron detenidos en Emiratos Árabes Unidos entre diciembre de 2017 y febrero de 2018. Llevaban más de 15 años viviendo y trabajando en EAU; siete de ellos trabajan en la aerolínea Emirates.

Todos han estado recluidos en régimen de aislamiento y han sido acusados de delitos relacionados con el terrorismo. Además, a todos les han negado el acceso a asistencia letrada. Algunos han denunciado haber sido torturados para obligarlos a firmar “confesiones” que no les permitieron leer. Entre los cargos formulados contra ellos se incluyen “formar una célula terrorista” y planear ataques “terroristas” en EAU por orden de Hezbolá, partido político chií y grupo armado con sede en Líbano.