Viernes, 08 de julio, 2022

El activista iraní Abbas Vahedian lleva recluido en régimen de incomunicación desde el pasado 5 de mayo


El activista iraní Abbas Vahedian lleva recluido en régimen de incomunicación desde el pasado 5 de mayo, cuando las autoridades de la prisión de Vakilabad (en la ciudad de Mashhad, provincia de Jorasán Razaví) cortaron su contacto con el mundo exterior. Su reclusión en régimen de incomunicación intensifica el temor que, desde hacía tiempo, venía suscitando su sometimiento a tortura, lo que incluye tanto la negación de atención médica adecuada como el aislamiento forzoso. Permanece recluido debido exclusivamente a su ejercicio pacífico de los derechos humanos, y debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones.

Actúen: redacten su propio llamamiento o utilicen esta carta modelo

Presidente de la Magistratura
Head of judiciary, Gholamhossein Mohseni Ejei
c/o Embassy of Iran to the European Union

Avenue Franklin Roosevelt No. 15, 1050 Bruxelles, Bélgica

 

Señor Gholamhossein Mohseni Ejei:

 

El activista político Abbas Vahedian, injustamente encarcelado, se encuentra recluido en régimen de incomunicación desde el pasado 5 de mayo, cuando la fiscalía y las autoridades de la prisión de Vakilabad (ciudad de Mashhad, provincia de Jorasán Razaví) cortaron su contacto con el mundo exterior. Desde entonces, tanto su familia como su representante legal se han dirigido a diversas autoridades judiciales, fiscales y penitenciarias para expresar su preocupación por su suerte y su paradero y han solicitado visitarlo o hablar con él por teléfono. Sin embargo, las autoridades se han limitado a responder que Abbas Vahedian tiene prohibidas las visitas y las llamadas telefónicas, y que se pondrán en contacto con su familia y su representante legal cuando se levante esa prohibición. El 19 de junio, el jefe de la Unidad de Inteligencia y Protección de la prisión de Vakilabad explicó a su angustiada familia que estaba siendo castigado por “perturbar el orden penitenciario” al repetir eslóganes como “abajo el dictador” y protestar por su injusto encarcelamiento y por las torturas que sufre constantemente en prisión.

 

Antes de que se le aplicara el régimen de incomunicación, se encontraba recluido, junto con otro preso, en una estancia de la sección 1.6 de la prisión de Vakilabad, en condiciones de aislamiento. Tenía prohibidos tanto el contacto con otros presos como las visitas familiares, y sólo le permitían llamar a su familia unos minutos al día, en presencia de un funcionario que le impedía expresarse con libertad. El 5 de mayo, el funcionario cortó la llamada tras un minuto aproximadamente, cuando Abbas Vahedian empezó a quejarse de las torturas que sufría en prisión. Desde entonces, su familia no tiene noticias suyas, ni ha recibido confirmación sobre el lugar donde se encuentra recluido, con lo que su situación se aproxima a una desaparición forzada. Además, las autoridades lo han torturado negándole deliberadamente atención médica adecuada desde su detención arbitraria, el 1 de septiembre de 2021, con lo que le han provocado dolores y sufrimiento intensos. Padece dolor dental a causa de una infección de encías que se ha agravado por no haber sido tratada. También ha desarrollado un dolor de cuello crónico desde que agentes del Ministerio de Inteligencia lo recluyeron en régimen de aislamiento en un centro de detención sin nombre y lo obligaron a dormir en el suelo, sin almohada ni colchón durante el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2021 y el 6 de marzo de 2022. Además, le han negado tratamiento y medicación adecuados para la hipertensión arterial, para los elevados niveles de lípidos que tiene en sangre, y para el dolor de pecho y la afección cutánea que padece, que le ha producido cortes y abrasiones en las rodillas. Fue condenado a 21 años de prisión a finales de 2021, debido, exclusivamente, a su activismo pacífico en favor de un Irán democrático y laico.

 

Lo insto a poner fin de inmediato a su reclusión en régimen de incomunicación y a concederle acceso a llamadas telefónicas y a visitas de familiares y de su representante legal. Lo insto a dejarlo en libertad de inmediato y sin condiciones, ya que está recluido únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y de asociación. Hasta el momento de su liberación, lo insto a cerciorarse de que reciba la atención médica especializada que pueda necesitar fuera de la prisión y quede protegido frente a nuevos episodios de desaparición forzada, reclusión en régimen de incomunicación, tortura y otros malos tratos, incluidos el sometimiento al régimen de aislamiento o a aislamiento forzoso y la negación de atención médica.

 

Atentamente,
[NOMBRE]

Información complementaria

 

Tras su detención arbitraria, el 1 de septiembre de 2021, Abbas Vahedian permaneció más de seis meses recluido en régimen de aislamiento, casi 24 horas al día, en un centro informal de detención sin nombre de Mashhad, perteneciente al Ministerio de Inteligencia. Durante ese periodo, le negaron acceso a aire fresco y a luz solar, y lo tuvieron recluido en una celda sin ventanas, con luminosas lámparas ininterrumpidamente encendidas, lo que le impidió dormir y le provocó angustia. Cada pocos días lo llevaban a un pasillo para que diera un pequeño paseo con los ojos vendados. También le negaron atención médica adecuada, ropa de cama y de abrigo y visitas periódicas de su familia. Los agentes del Ministerio de Inteligencia le dijeron que, para que sus condiciones de reclusión mejoraran, debía condenar por escrito sus actividades políticas y revelar la contraseña de su teléfono. El 6 de marzo de 2022, las autoridades lo trasladaron a la prisión de Vakilabad, en la ciudad de Mashhad, donde lo encerraron en una estancia en la que se mantiene aislados a los presos. Durante un mes, las autoridades lo obligaron a compartir la estancia con otros cinco o seis presos, acusados o declarados culpables de robo y asesinato, y con antecedentes de agresión y de lesiones autoinfligidas. Por ejemplo, Abbas Vahedian refirió que uno de los presos presentaba decenas de heridas de puñalada autoinfligidas por todo el cuerpo y, de manera habitual, se producía a sí mismo quemaduras con una cuchara caliente en prisión. Estas condiciones produjeron angustia psicológica a Abbas Vahedian e hicieron temer por su seguridad. El pasado 4 de abril, tras haber alzado la voz públicamente su familia y su representante legal, las autoridades sacaron de la estancia a los presos mencionados, y llevaron junto a él a otro preso recluido por motivos políticos.

Durante todo su periodo de encarcelamiento, los agentes de inteligencia y los funcionarios penitenciarios han retenido reiteradamente la medicación que Abbas Vahedian necesita por diversos problemas de salud, como hipertensión arterial, elevados niveles de lípidos en sangre, complicaciones pulmonares y una afección cutánea y, en numerosas ocasiones, cuando se ha quejado, se han limitado a administrarle analgésicos. Su familia tiene entendido que las autoridades tampoco lo han vacunado contra la COVID-19. Todo ello a pesar de que Abbas Vahedian presenta un largo historial de complicaciones pulmonares, incluidas dificultades respiratorias, tiene tos persistente y corre elevado peligro de desarrollar enfermedades graves si contrae la COVID-19 en prisión. También padece una enfermedad de las encías originada durante su anterior encarcelamiento —de 11 meses de duración, entre 2019 y 2020—, por falta de atención médica en las heridas que le produjeron en la boca durante su arresto. En diciembre de 2021, tras reiterados seguimientos por parte de su familia, fue trasladado a una clínica odontológica fuera de prisión donde le extrajeron dos dientes. Posteriormente, no le proporcionaron atención contra el dolor ni de ningún otro tipo, pese a que su dentista había advertido de que la infección de las encías podía agravarse y de que podía perder dientes si no seguía un tratamiento dental a largo plazo.

El pasado 22 de febrero, Abbas Vahedian fue trasladado en estado semiinconsciente a un hospital de Mashhad e ingresado en un departamento especializado en toxicidad farmacológica. Las autoridades se negaron a proporcionar a su familia información sobre las causas y circunstancias de su pérdida parcial de conocimiento y su hospitalización. Según una fuente informada, el propio Abbas Vahedian explicó en el hospital que su salud se había deteriorado tras haber puesto las autoridades fármacos desconocidos en su comida. El 28 de febrero, su familia supo por personal del hospital que le habían dado de alta a la fuerza, en contra de la opinión médica y cuando aún se encontraba desorientado. Las autoridades lo recluyeron en régimen de incomunicación durante 48 horas y se negaron a proporcionar a su familia información sobre su suerte y paradero, hasta que sus familiares hicieron públicos los hechos. En una breve llamada telefónica autorizada el 2 de marzo, Abbas Vahedian comunicó a su familia que lo habían trasladado de nuevo al centro de detención informal sin nombre del Ministerio de Inteligencia en Mashhad donde había estado recluido en régimen de aislamiento desde el 1 de septiembre de 2021. Asimismo, confirmó a su familia que se había desmayado tras ingerir alimentos contaminados, y añadió que tres noches antes de su última hospitalización, es decir, el 24 de febrero, lo habían llevado también al hospital por presentar niveles peligrosos de hipertensión arterial. Las autoridades interrumpieron su tratamiento también en esa ocasión y lo llevaron de vuelta a la prisión en contra de la opinión médica.

Abbas Vahedian ha sido condenado a un total de 21 años de cárcel por cargos falsos de “seguridad nacional” debido exclusivamente a su activismo político pacífico. En concreto, le impusieron una pena de 11 años de prisión en diciembre de 2021 por su colaboración pacífica con grupos políticos que pedían la instauración de un sistema democrático laico en Irán; y otra pena previa de 10 años de prisión impuesta en octubre de 2021 por haber escrito y firmado, junto con otras personas, una carta abierta publicada en junio de 2019, en la que se pedía la dimisión del líder supremo de Irán y una reforma de calado de la Constitución del país. En ambos casos, sin previo aviso ni información sobre la naturaleza de los cargos presentados en su contra, Abbas Vahedia fue trasladado de repente del lugar donde se encontraba detenido al Tribunal Revolucionario de Mashhad, donde unos jueces —que él describió como agresivos y tendenciosos— le informaron de que estaba siendo juzgado por haber atentado contra la “seguridad nacional”. También en ambos casos, Abbas Vahedian respondió que, dadas las graves irregularidades jurídicas cometidas, no reconocía la legitimidad de las sesiones celebradas, e insistió en contar con la presencia de su representante legal. Sin embargo, la presidencia del tribunal dio por terminadas las vistas en cuestión de minutos y se negó a convocarlas de nuevo. Sólo pudo reunirse con su representante legal una vez, a finales de diciembre de 2021, después de que se hubiera dictado su segunda condena.

Pueden escribir llamamientos en: Persa o inglés

También pueden escribir en su propio idioma.

Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 31 de agosto de 2022

Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.

Nombre y género gramatical preferido:  Abbas Vahedian (masculino)

Enlace a la au anterior: https://www.Amnesty.Org/es/documents/mde13/5301/2022/es/