Martes, 16 de marzo, 2021
Albano, Gonzalo

"No puede ser que las mujeres tengamos que vivir en zozobra y con temor, debemos hacer campaña donde visibilicemos estos hechos ocurridos y exijamos que se activen los mecanismos de protección por parte del Estado"


Los testimonios de estas valientes e inteligentes cojedeñas, inspiran, promueven la urgente necesidad de cambios sociales, culturales educativos y legales, exigen a viva voz justicia y mecanismos de protección que eviten más violencia y muerte, además dejan muy claro que la mujer tiene que tener un rol protagónico  y decisivo en todos los ámbitos de la vida.

 

Odaliska Silva Rivas, abogada y miembro del Frente Amplio de Mujeres capítulo Cojedes

Mi posición con respecto a esta ola de feminicidios es obviamente de rechazo, no puede ser que las mujeres tengamos que vivir en zozobra y con temor, debemos hacer una campaña donde visibilicemos estos hechos ocurridos y exijamos que se activen los mecanismos de protección por parte del Estado, que se hagan cumplir las leyes en contra del opresor y se hagan valer nuestros derechos a una vida libre de violencia y libre de feminicidios.

 

Por otra parte, mi criterio y mi opinión es que si la ley no se aplica, no funciona, solo existe como letra muerta. Entre tanto, los organismos, fundaciones e instituciones privadas, públicas o sin fines de lucro deben crear, aplicar y promover medidas preventivas para garantizar una vida libre de violencia, y a su vez los encargados y responsables de la seguridad pública deben activar sus mecanismos de protección, eso incluye un cuerpo de inteligencia y resguardo desplegado en las calles y en todos los sectores.

 

  • ¿Cómo podemos garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres de nuestro país?

 

El Estado es el garante de la seguridad de sus ciudadanos y así lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y sus diversas normas, sin embargo nosotras las mujeres debemos alzar nuestras voces en aras de que se cumpla lo establecido en las leyes u ordenamientos de nuestro país, la garantía que podemos dar nosotras es asumir sin miedo a la responsabilidad denunciar todos los atropellos a los que hemos sido sometidas y exigir nuestros derechos.

Sin duda alguna, falta solidaridad femenina y grupos de apoyo para las víctimas, debemos crear y fortalecer un vínculo de confianza y hermandad para combatir este flagelo que nos ha llevado a un gran nivel de vulnerabilidad y nos ha convertido en blancos de la violencia. Ciertamente existen instituciones y fundaciones para brindar apoyo a las mujeres, pero hace falta la conformación de equipos de trabajos efectivos y especializados que tengan un acercamiento más directo con la víctima.

El miedo se combate enfrentando los hechos, analizando con detenimiento la situación por la cual pasaron o están pasando, tomando en consideración las posibles consecuencias y escenarios a los cuales se pueden enfrentar, tomando la rápida decisión de buscar apoyo en las personas más cercanas y confiables del núcleo familiar para que las escuchen, les den soporte emocional y las ayuden a llenarse de valor y coraje para realizar la denuncia, hay que enfrentar el miedo y nuestro propio yo.

Este mensaje va dirigido a todas las mujeres de Venezuela y sobre todo a nuestras heroínas del estado Cojedes, tierra de mujeres valientes y guerreras:

Mujeres nosotras constituimos la mayoría de la población mundial, somos una fuerza, energía y esperanza, somos organizadas, tenaces, incansables, no desmayemos ante las adversidades, activemos siempre nuestro ingenio y busquemos las soluciones, toda la fuerza que tenemos viene de nuestro interior.

Hoy es cuando más necesitamos saber quiénes somos y qué somos capaces de hacer por nosotras mismas y por nuestros seres queridos, de tal manera que yo las invito a amarse a sí mismas, a valorarse y a cuidarse, no tengas miedo, yo las invito a defender todos sus derechos, las invito a luchar unidas para lograr esas condiciones que nos permitan ejercer nuestros derechos en una Venezuela libre y democrática un abrazo y mis bendiciones para todas.

 

Rosa Gutiérrez, coordinadora regional de Acción Campesina en el estado Cojedes

Me duele mucho ver las cifras de las mujeres a las que les han arrebatado la vida, las esperanzas y los sueños, es injusto dejar a tantos niños huérfanos, es injusto que te roben la vida, debemos alzar la voz, yo alzo mi voz y me uno a la lucha por una vida libre de violencia, rechazo todas las agresiones contra las mujeres, rechazo todo acto de maltrato físico o emocional.

Mujer, lucha por tu vida, defiéndela, cuando dejamos el miedo atrás, hay más posibilidades de salir de estas adversas situaciones. Si nos resignamos y no luchamos, podemos morir, es el momento de batallar juntas y cambiar esta historia trágica de muerte, ya basta de que nos arrebaten la vida y la esperanza.

La violencia contra la mujer es una violación a los derechos humanos y para evitar las muertes violentas y las agresiones, es vital entender la situación desde todo punto de vista. Necesitamos recopilar información y estadísticas para crear herramientas preventivas y mecanismos de protección verdaderamente eficaces, además la formación y la sensibilización en género debe comenzar desde temprana edad, debe ser parte fundamental de nuestra educación y cultura.

 Es necesaria y muy importante la sensibilización de los funcionarios que procesan las denuncias, porque ocurre que muchas veces cuando la víctima acude a un organismo para poner su denuncia, precisamente el receptor es una persona que ejerce la violencia de género, por lo tanto se debe seleccionar con mucho cuidado a estos funcionarios quienes deben tener solvencia moral y una conducta intachable, además deben estar capacitados, tienen que ser especialistas para evitar la revictimización de las mujeres.

Finalmente, insisto en que es necesario romper el silencio, pero este mensaje no es solo para las mujeres, sino también para las personas que son testigos de hechos de violencia, no se queden callados, no se queden de brazos cruzados, ustedes pueden ayudar y marcar una gran diferencia. No olviden jamás que juntas tenemos más fuerza y podemos salir adelante, no estamos solas.

 

Diana Cazorla, dirigente social del estado Cojedes

Lamentablemente en los últimos años se ha fomentado e incrementado los femicidios en el mundo, especialmente en los últimos meses hemos visto como aquí en un nuestro país se han suscitado casos inéditos y terribles como los que ocurrieron en Turén, estado Portuguesa, un estado limítrofe con el nuestro.

 

  • ¿Por qué están aumentando los femicidios?

Considero que se debe a muchos factores, en principio se ha determinado que la violencia doméstica va en aumento en los tiempos actuales, debido al encierro y por ende a una cohabitación más prolongada con quienes vivimos. Quizás esto produce un mayor número de enfrentamientos entre quienes comparten vida y como consecuencia de la intolerancia y de muchas otras emociones mal canalizadas, algunos lamentablemente la drenan con violencia hacia los más vulnerables como mujeres, niños, ancianos y mascotas.

Sin duda alguna, los casos más repudiables que hemos visto últimamente en Venezuela nos llaman poderosamente la atención, puesto que esto nos indica que somos una sociedad en decadencia, acentuada aún más por la crisis político-económica y sobre todo moral que padece nuestro país, donde en las mismas escuelas por encima de formarnos como buenos ciudadanos, se  le da mayor importancia a rendir culto y tributo a una doctrina y a un dogma político, a cuyos líderes debe aplaudírsele todas sus acciones aún y cuando estas hayan desencadenado  la peor crisis económica y social de nuestra querida Venezuela.

Como mujer, quisiera enfocarme en que sean atendidos todos los casos de violencia de género, que existan en nuestro país, incluso cuando en ellos estén involucrados personajes de poder de cualquier rango e  índole,  a quienes he visto favorecidos por la ley en algunos casos, dejando impune estos delitos y propiciando  que vuelvan a cometerlos.

Propongo que más que redactar una nueva ley, se cumplan a cabalidad las ya existentes, y si hay que hacerle alguna modificación ajustada a la realidad, pues entonces que se ejecute.

Propongo que a la mujer se le dé el rol protagónico que realmente se han ganado en la sociedad, sobre todo en un país de cultura machista como el nuestro. Es triste ver como muchas de nuestras jóvenes que forman parte de la diáspora forzada, hayan sido víctimas de redes de trata de personas y se hayan convertido en mercancía negociada para prostitución. Esto debe ser penalizado como el mayor de los crímenes aún y cuando los involucrados sean gente de poder.

Me solidarizo con todas las víctimas de violencia doméstica y con los familiares de aquellas que ni siquiera sobrevivieron para contarla. Les ofrezco lo que les puedo aportar con mayor fuerza que es mi voz para que nuestra lucha y nuestra causa sean escuchadas hasta en el último rincón del mundo. Finalmente me duele pertenecer a una sociedad donde un perro muerde a una persona y es sacrificado y un hombre que viola a una mujer o a un niño al poco tiempo es dejado en libertad.

 

Luisana Suárez, periodista del estado Cojedes

En los últimos meses, según la fuente Otopix, monitor de femicidios en Venezuela, en lo que va de año se han registrado al menos 43 muertes de forma violenta, situación que preocupa y conlleva a estimular y exigir a nuestros gobernantes a crear medidas de prevención, mecanismos de protección efectivos y campañas de orientación para que se trate con respeto a las mujeres y de esta forma evitar la violencia y los asesinatos.

Esta misma organización revela que durante la cuarentena implementada para evitar la propagación y el contagio de la Covid-19, los femicidios aumentaron en 53% en el país, lo que implica que se deben generar acciones urgentes y contundentes por parte de las autoridades para evitar que les arrebaten la vida a más venezolanas.

También un reciente estudio de la ONU reveló y confirmó que 736 millones de mujeres en el mundo, han sido víctima de violencia física y sexual, una de cada tres mujeres entre 15 y 49 años en este planeta son maltratadas y esas cifras son alarmantes e inaceptables.

Muchas mujeres son atropelladas y reciben constantemente maltrato verbal, físico y psicológico, y esto sucede mayoritariamente en el entorno familiar, porque desafortunadamente por miedo, por querer mantener un hogar y por darles a sus hijos la oportunidad de tener una figura paterna, callan o sufren en silencio y eso debe cambiar.

Creo que sería ideal, crear consultorios públicos, donde se brinde ayuda psicológica a las mujeres y niños de cada municipio, además se debe evaluar  a profundidad la realidad de cada hecho que ocurra, porque en el caso del municipio Anzoátegui del estado Cojedes, han sucedido casos donde las madres se aprovechan de su condición y de las leyes que las amparan para inculpar y hacer que pongan tras las rejas a hombres inocentes y esas injusticias no deben suceder.

Las mujeres por naturaleza, somos seres humanos sensibles, experimentamos sentimientos de amor, ternura y gran compasión; sin embargo, a pesar de los tropiezos y dificultades en el camino, las mujeres somos fuertes, valientes y luchamos para lograr una forma de vida digna, al lado de nuestros seres queridos.

Es importante y necesario informar, educar y orientar a las féminas acerca de la formulación de denuncias y las leyes e instituciones con las cuales cuentan para que les brinden ayuda y les garanticen una vida libre de violencia. La cuarentena continúa y las mujeres siguen vulnerables y expuestas a maltratos por muchos factores como la falta de empleo y la crisis económica, por eso es vital que las leyes, los mecanismos de protección y las instituciones realmente funcionen, la mujeres del estado Cojedes y de toda Venezuela deben ser respetadas, valoradas y protegidas, basta de violencia y muerte.

Foto: Pixabay