Jueves, 22 de noviembre, 2018

“Es un alivio saber que Lahiru Madhushanka ha sido absuelto de todos los cargos y ha sido puesto en libertad por las autoridades de Maldivas. Durante tres años, Lahiru sufrió un un angustioso trato en el que le negaron derechos básicos para un juicio justo y fue sometido a toda una serie de graves violaciones de derechos humanos”, declaró Dinushika Dissanayake, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Asia meridional


En respuesta a la noticia de que Lahiru Madhushanka, chófer srilankés que ha soportado más de tres años entre rejas entre la preocupación por lo injusto de su juicio y por sus terribles condiciones de reclusión, Dinushika Dissanayake, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Asia meridional, ha declarado:

“Es un alivio saber que Lahiru Madhushanka ha sido absuelto de todos los cargos y ha sido puesto en libertad por las autoridades de Maldivas. Durante tres años, Lahiru sufrió un un angustioso trato en el que le negaron derechos básicos para un juicio justo y fue sometido a toda una serie de graves violaciones de derechos humanos”.

“A Lahiru lo golpearon, le negaron la atención médica y lo recluyeron en régimen de aislamiento en las condiciones de reclusión más deplorables. Confiamos en que obtenga justicia y una debida reparación por lo que ha soportado. Las denuncias de tortura y otros malos tratos deben investigarse de forma independiente y transparente con carácter de urgencia.”

“Amnistía Internacional pide asimismo a las autoridades de Maldivas que garanticen unas condiciones humanas de detención, el respeto del derecho a no sufrir tortura y otros malos tratos y acceso a un juicio libre y justo para todas las personas encarceladas en Maldivas.”

Información complementaria

Amnistía Internacional publicó en octubre de 2018 un documento titulado Prisoner in Paradise, que contaba la historia de cómo Lahiru Madhushanka había llegado a Maldivas en busca de una oportunidad económica en 2015 y se había encontrado acusado de ser un francotirador altamente adiestrado que pretendía matar al presidente Abdulla Yameen.

El informe exponía también con detalle la tortura y otros malos tratos soportados por Lahiru durante su estancia en prisión.