Jueves, 20 de agosto, 2020

Malí lleva desde junio enfrentándose a un amplio movimiento de protesta, encabezado por el Mouvement du 5 Juin-Front patriotique de résistance (M5-RFP), que pide la dimisión del presidente Ibrahim Boubacar Keita. Las manifestaciones del 10 de julio fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad, lo que provocó 14 muertes y heridas a 300 personas


Tras el golpe de Estado militar dado ayer en Malí, en el que soldados del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP) irrumpieron en la casa del presidente Ibrahim Boubacar Keita y lo detuvieron junto con varios altos cargos más, Samira Daoud, directora de Amnistía Internacional para África Occidental y Central, ha declarado:

“Nos preocupa la decisión de la junta militar de detener a varios altos cargos del gobierno, entre ellos el presidente Ibrahim Boubacar Keita y el primer ministro Boubou Cissé. Todas las personas detenidas durante el golpe de Estado deben ser puestas inmediatamente en libertad o acusadas de un delito común reconocible. Pedimos a todos los líderes del golpe de Estado que garanticen que se protegen los derechos de toda la población, incluidas las personas detenidas, a las que se debe permitir el acceso a abogados de su elección y a su familia; además, se debe aclarar sobre qué base legal han sido detenidas”.

“También hemos documentado la muerte de cuatro personas ayer por la tarde y heridas a otras 15. Todas las víctimas fueron alcanzadas por balas en circunstancias poco claras y fueron trasladas al hospital Gabriel Touré en la capital, Bamako.”

“Pedimos al CNSP que investigue las condiciones en las que se produjeron estas muertes y heridas, y que, cuando existan indicios de delitos y otras violaciones de derechos humanos, garantice que los responsables rinden cuentas de sus actos en juicios justos.”

“Amnistía Internacional observa de cerca la situación en Malí y exhorta a las autoridades militares a respetar y defender los derechos humanos y el derecho internacional de los derechos humanos y a rendir cuentas por todas las personas detenidas durante el golpe de Estado.”

Información complementaria

Malí lleva desde junio enfrentándose a un amplio movimiento de protesta, encabezado por el Mouvement du 5 Juin-Front patriotique de résistance (M5-RFP), que pide la dimisión del presidente Ibrahim Boubacar Keita. Las manifestaciones del 10 de julio fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad, lo que provocó 14 muertes y heridas a 300 personas.

La Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) ha estado mediando con las partes para buscar una solución a la crisis política, causada por por la proclamación de los resultados legislativos en abril de 2020. Es en este tenso contexto político donde se produjo el golpe.

En el campamento militar de Soundiata Keita estalló un motín el 18 de agosto. Mediada la tarde, el presidente Ibrahim Boubacar Keita fue detenido por los amotinados en su casa de Sébénikoro (Bamako), junto con el primer ministro, el Dr. Boubou Cissé. Los dos fueron llevados a Kati. 

Según los informes, varios altos cargos más fueron detenidos por los soldados por la mañana, entre ellos el ministro de Economía, Abdoulaye Daffé, el ministro de Asuntos Exteriores, Tiébilé Dramé, y el ministro de Defensa, el general Ibrahim Dahirou Dembelé.

Al atardecer, el presidente Ibrahim Boubacar Keïta anunció en TV la disolución del gobierno y de la Asamblea Nacional, y su propia dimisión, y dijo: “No quiero que se derrame sangre para mantenerme en el poder”.

Aunque la CEDEAO, la Unión Africana y la ONU han condenado el golpe de Estado, los líderes del golpe han pedido un gobierno de transición encabezado por civiles y la celebración de nuevas elecciones.

En una declaración, la CEDEAO suspendió a Malí de todos sus órganos decisorios, anunció los cierres de las fronteras con el país y pidió la implementación inmediata de sanciones contra los líderes del golpe de Estado y sus colaboradores.