Miércoles, 25 de abril, 2018
Montilla, Evelyn

Los niños y niñas deberían ser felices, soñar, jugar, divertirse, crecer protegidos y libres de cualquier tipo de violencia. El Día Contra el Maltrato Infantil fue oficializado para fomentar los derechos de los niños y niñas a nivel mundial, así como para concienciar y sensibilizar a la sociedad sobre las consecuencias del maltrato infantil


Este 25 de abril, como todos los años, se conmemora el Día Mundial Contra el Maltrato Infantil, un fenómeno violento que se ha ido extendiendo en nuestra sociedad con mucha rapidez y sin ningún tipo de discriminación. Lo más lamentable es que cada día que transcurre nos damos cuenta que vivimos en una sociedad donde la violencia es vista como algo normal.

El Día Mundial Contra el Maltrato Infantil se oficializó para promover los derechos de las niñas y niños a nivel mundial, así como para concienciar y sensibilizar a la sociedad sobre las consecuencias del maltrato infantil.

El hogar, las instituciones educativas, las comunidades y las situaciones de emergencia humanitaria son sólo algunos de los contextos en donde, a diario, miles de niños y niñas experimentan situaciones de maltrato a nivel mundial. En estas agresiones se incluyen: violencia física, verbal, psicológica y sexual; así como el abandono y ser testigos de la violencia que se da en el ámbito familiar.

Las niñas y niños deberían ser felices, soñar, jugar, divertirse, crecer protegidos y libres de cualquier tipo de violencia, pero en múltiples ocasiones quienes ejercen el maltrato infantil son personas cercanas a su entorno, lo que dificulta su detección o denuncia porque en muchos casos sienten vergüenza o consideran que es un hecho común.

Evidentemente, el hecho de ver normalizada la violencia tendrá a futuro consecuencias muy graves en nuestros niños y niñas, quienes pasarán a ser adultos llenos de miedo, sentimientos reprimidos, odio contenido y no reconocido, baja autoestima, dificultades para relacionarse con sus pares y conductas agresivas o extremadamente pasivas.

Un niño o niña víctima de la violencia tiene menor capacidad para aprender y alcanzar todo su potencial personal, así como para hacer contribuciones positivas a la sociedad. En consecuencia, también seguirán normalizando la violencia, haciendo de esta una gran cadena que se acrecentará día tras día.

Enmarcado en este contexto, y para conmemorar el Día Mundial contra el Maltrato Infantil, Amnistía Internacional Venezuela como movimiento que promueve el respeto y la protección de los derechos humanos, alza su voz para luchar contra el maltrato infantil.

Hoy más que nunca se necesita generar espacios de reflexión contra la violencia, vista como un fenómeno que deteriora los vínculos y que desgasta progresivamente las bases morales de la sociedad. Rechazamos toda forma de violencia que atente contra cualquier persona y es por esta razón que reafirmamos nuestra exigencia a los  gobiernos de:

– Que cumplan la Convención de Derechos del Niño, sus Protocolos y los tratados internacionales para garantizar especial protección y cuidado a la infancia.
– Que trasladen a su legislación nacional los derechos y principios fundamentales que inspiran la Convención, con especial atención a los derechos económicos, sociales y culturales, para facilitar el desarrollo personal y social de los menores.
– Que excluyan de su código penal la pena de muerte contra menores de 18 años o por delitos cometidos cuando no se había cumplido esa edad. 
– Que aseguren los derechos sexuales y reproductivos de los menores, así como el acceso de las niñas a servicios de aborto seguro y legal en casos de embarazo no deseado como consecuencia de violación, agresión sexual o incesto.
– Que garanticen el derecho a la educación de niños y niñas –indispensable para hacer realidad otros derechos humanos–, y eviten cualquier práctica educativa discriminatoria[1].

 


[1] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/menores/?utm_source=twitter&utm_campaign=comp&utm_medium=social_com&utm_term=Childrens_rights&utm_content=menores vía @amnistiaespana