Viernes, 04 de junio, 2021

Las autoridades de Hong Kong deben permitir que se puedan conmemorar de forma pacífica los terribles sucesos del 4 de junio y poner fin a los enjuiciamientos por motivos políticos de quienes participaron en la vigilia del año pasado


Las autoridades de Hong Kong deben permitir que se rinda homenaje de forma pacífica a las personas que murieron como consecuencia de la represión de Tiananmen, ha manifestado Amnistía Internacional ante el aniversario de la masacre de 1989.

Por segundo año consecutivo, la COVID-19 es el motivo por el que se ha prohibido la vigilia por Tiananmen que tiene lugar cada 4 de junio en Hong Kong, pero miles de personas siguen dispuestas a conmemorar el aniversario. Desde su participación en la vigilia pacífica del año pasado, 24 activistas han sido arrestados y ,algunas de estas personas, encarceladas.

“De nuevo, las autoridades de Hong Kong utilizan la COVID-19 como excusa para coartar los derechos a la libertad de expresión y a la de reunión pacífica. No se debe castigar a nadie por el simple hecho de encender una vela en memoria de las víctimas de la represión de Tiananmen”, ha declarado Yamini Mishra, directora regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.

“Las detenciones y condenas de quienes participaron en la vigilia del año pasado, en la que se mantuvo la distancia de seguridad y que trascurrió de forma pacífica, son una violación del derecho internacional. Esta parodia de justicia no puede repetirse.”

Desde 1990, cada 4 de junio, decenas de miles —en ocasiones, cientos de miles— de personas han participado en una vigilia con velas en el parque Victoria de Hong Kong, una amplia extensión cercana al centro de la ciudad, para recordar a las y los manifestantes que murieron en 1989 a manos de las tropas chinas en la plaza de Tiananmen y sus alrededores, en Pekín.

“Durante 30 años, la ciudadanía de Hong Kong ha salido a la calle para defender el derecho a protestar pacíficamente en China continental. Y ahora es a esa ciudadanía a quien se le niega ese derecho”, ha añadido Yamini Mishra.

“Las autoridades de Hong Kong deben permitir que se puedan conmemorar de forma pacífica los terribles sucesos del 4 de junio y poner fin a los enjuiciamientos por motivos políticos de quienes participaron en la vigilia del año pasado.”

Información complementaria

La noche del 3 al 4 de junio de 1989, cientos de personas, posiblemente miles, murieron en Pekín cuando el ejército abrió fuego contra estudiantes y trabajadores que estaban reivindicando pacíficamente la adopción de reformas políticas y económicas y el fin de la corrupción. Se desconoce el número de personas que murieron y fueron encarceladas en actos de represión similares en todo el país. Nadie conoce el número exacto de víctimas mortales, pues las autoridades chinas han reprimido y censurado el debate sobre aquella represión durante las últimas tres décadas.

Las personas de Hong Kong que han participado en las vigilias por Tiananmen desde 1990 han instado a las autoridades chinas a revelar la verdad sobre lo ocurrido y asumir la responsabilidad por las muertes.

Según la información publicada en los medios de comunicación, a quienes pretendan asistir a la vigilia prohibida este año se les podría arrestar por reunión ilegal, lo que significaría enfrentarse a condenas de hasta cinco años de prisión y a la imposibilidad de votar en las elecciones. Algunas personas afines al gobierno de Pekín han manifestado que dicha participación podría violar la draconiana ley de seguridad nacional de la ciudad, aprobada justo después de la vigilia cancelada del año pasado.

Las autoridades arrestaron a 24 personas por participar en la vigilia “no autorizada” del año pasado y ya han condenado a prisión a cuatro: Joshua Wong, Lester Shum, Tiffany Yuen y Jannelle Leung.

Un total de 20 personas más, entre ellas, Jimmy Lai, propietario de medios de comunicación, y otras personas de la Alianza de Hong Kong que organizaron la vigilia serán juzgadas este mes por su participación en el evento.

En Macao, también se ha prohibido la celebración de la vigilia del 4 de junio por segundo año consecutivo. Sin embargo, las autoridades de Macao, que prohibieron el evento de 2020 exclusivamente por la COVID-19, este año han declarado que la reunión también “incitaría a la subversión”.