Viernes, 30 de julio, 2021

Amnistía Internacional reveló en un informe de investigación publicado el mes pasado que la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong ha diezmado las libertades y ha creado un panorama cada vez más desprovisto de salvaguardias de los derechos humanos


En respuesta a la condena a nueve años de cárcel dictada por un tribunal de Hong Kong contra Tong Ying-kit por “incitar a la secesión” y “actos de terrorismo” tras el primer juicio celebrado en virtud de la Ley de Seguridad Nacional de la ciudad, Yamini Mishra, directora regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía, ha afirmado:

“La condena a nueve años de prisión dictada contra Tong Ying-kit confirma los temores de que la Ley de Seguridad Nacional no es simplemente una herramienta para infundir terror a las personas que critican al gobierno de Hong Kong; es un arma que se utilizará para encarcelarlas”.

“La resolución básicamente proscribe una popular consigna ampliamente usada por el movimiento en favor de la democracia, y podría permitir futuras condenas de múltiples manifestantes que la han utilizado. Este punto por sí solo constituye una señal profundamente inquietante de lo que la Ley de Seguridad Nacional traerá en el futuro.”

“Tong no debería haber sido acusado de un delito que entraña una posible condena a cadena perpetua. Como base de la resolución de hoy está la inquietante decisión de formular contra Tong cargos relativos a la ‘seguridad nacional’ por ondear una bandera en la que se leía una consigna muy habitual en las protestas. Esa decisión constituye un duro golpe para la libertad de expresión.”

“La gente debería ser libre de expresar sus opiniones. Declarar culpable y castigar a Tong por ‘incitación a la secesión’ y ‘actos de terrorismo’ basándose en el hecho de que este hombre estaba exhibiendo una consigna política constituye una violación del derecho internacional de los derechos humanos.”

“Las autoridades de Hong Kong deben garantizar que toda disposición legal destinada a proteger la seguridad nacional, o creada en nombre de la lucha contra el terrorismo, se define de forma clara y rigurosa y que su uso se ajusta al derecho y las normas internacionales de derechos humanos.”

“Aunque la Ley de Seguridad Nacional incluye una garantía general de respetar los derechos humanos, carece de cualquier exención respecto a la protesta o expresión legítimas. Y, puesto que la legislación se centra en la seguridad nacional en lugar de en los derechos y libertades de la persona, la sentencia no consideró en ningún momento el derecho de Tong a la libertad de expresión y de protesta.”

Información complementaria

El 1 de julio de 2020, primer día completo de vigencia de la Ley de Seguridad Nacional, Tong Ying-kit avanzó en una motocicleta hacia un grupo de agentes de policía al tiempo que enarbolaba una bandera en la que figuraba la consigna habitual de las protestas: “Liberen Hong Kong, la revolución de nuestra época”. 

Un tribunal de  Hong Kong lo ha condenado hoy a nueve años de cárcel por “incitar a la secesión” y por “actos de terrorismo” en virtud de la Ley de Seguridad Nacional. La fiscalía había afirmado que la consigna de la bandera expresaba el deseo de derrocar al gobierno, y consideró que “connota la separación de China”. Los jueces se mostraron de acuerdo, y dijeron que la consigna “podía transmitir el significado de separar [Hong Kong] de la República Popular China y tenía capacidad para incitar a otras personas a la secesión”.

Tong Ying-kit, que lleva bajo custodia desde el 6 de julio de 2020, es la primera persona declarada culpable en virtud de la Ley de Seguridad Nacional.

Se le negó el derecho a un juicio con jurado —práctica habitual en el sistema de derecho consuetudinario de Hong Kong durante 176 años— tras afirmar el secretario de Justicia que había un riesgo potencial para las personas que integrasen el jurado. 

En virtud del derecho internacional de los derechos humanos, la exhibición de consignas políticas está protegida en principio como expresión legítima.

La definición general de “seguridad nacional” que hacen las autoridades de Hong Kong, siguiendo la de la China continental, se ha utilizado arbitrariamente como pretexto para restringir los derechos humanos a la libertad de expresión, de reunión pacífica, de asociación, a un juicio justo y a la libertad personal, además de para reprimir la disidencia y la oposición política.

Entre el 1 de julio de 2020 y el 29 de julio de 2021, la policía ha detenido o ha ordenado detener al menos a 138 personas en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional. A 29 de julio de 2021 había 68 personas acusadas formalmente, de las que 51 están actualmente en detención preventiva.

Amnistía Internacional reveló en un informe de investigación publicado el mes pasado que la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong ha diezmado las libertades y ha creado un panorama cada vez más desprovisto de salvaguardias de los derechos humanos.